La interna de Juntos por el Cambio, o más precisamente dentro del PRO, en la ciudad de La Plata quedó al borde del estallido luego de que se hiciera público el extraño planteo de un referente de Patricia Bullrich: 150 contratos en el Concejo Deliberante como condición para no romper el bloque oficialista.
El autor del pedido sería Fernando Ponce, ex presidente del HCD en los primeros años de gestión de Julio Garro, que hoy trabaja para el sector de Juan Pablo Allan. Y viene atado a una denuncia previa, agitada por el mismo sector, en la que se daba cuenta de la no renovación de contratos de personal vinculado a ese sector, por parte del garrismo.
Ese hecho trascendió la semana pasada, y mereció un posteo alusivo del propio Allan. “Con nosotros, este tipo de cosas no van a ocurrir”, alertó el precandidato amarillo.
La posterior explicación oficial dejó más comprometidos a los denunciantes. “Los únicos contratos que no se renovaron son los del personal que no asiste a sus lugares de trabajo”, señalaron desde la comuna.
También explicaron que las irregularidades surgieron en el marco de una auditoría de la gestión del ex titular del HCD que, adelantaron fuentes municipales, continuará en los próximos días. Trascendió por lo bajo que los contratos interrumpidos corresponderían a “ñoquis” y que en los listados figuran “familiares y amigos” de dirigentes de la lista opositora, e incluso “amantes”.
Hay que señalar que el sector opositor a Garro tiene hoy tres concejales –María Belén Muñoz, Romina Marascio y Romina Cayón– y un consejero escolar. Aún rompiendo, el sector de Garro conservaría la primera minoría dentro del recinto, con 11 soldados propios. También es importante remarcar que después de agosto se conformarán listas mixtas y que tanto ganadores como perdedores deberán hacer campaña juntos para seguir sosteniendo a la capital bonaerense como bastión de Juntos por el Cambio.
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