Prosigue la investigación por el asesinato del efectivo perteneciente a la Comisaría Octava: Walter Barrera. El fiscal de la causa Juan Pablo Lódola continúa recabando datos de lo sucedido en el día de ayer, a la salida de un Rapipago en Av. Jacinto Peralta Ramos al 1500.
Lódola a través del informe preliminar de la autopsia, confirmó que Barrera recibió un primer disparo por la espalda y luego un segundo, cuyo proyectil ingresó por la sien y se alojó en su cabeza, lo que le provocó pérdida de masa encefálica y muerte cerebral.
Se desconoce hasta el momento si el cuerpo del efectivo posee algún impacto más de bala. Situación que se confirmará en las próximas horas con la autopsia general.
En lo que respecta a la investigación, la palabra de Claudio el propietario del comercio asaltado, el uniformado que lo auxilió a Barrera cuando era salvajemente baleado, y algunos testigos que se animaron a prestar declaración, aportaron datos importantes para la causa que hasta el momento tiene a los responsables del asesinato prófugos.
El fiscal Lódola también aseguró:“hasta el momento un hubo allanamientos pero no se descarta la intervención de más de cuatro autores en el hecho”.
Por el momento la línea investigativa se basa en cuatro delincuentes que intervinieron en el hecho: tres de ellos serían los que balearon al Sargento y el restante oficiaría de campana mientras que sus compañeros llevaban a cabo el atraco en el comercio mencionado. Asimismo se sospecha sobre la posibilidad de un quinto sujeto que se encontraba a bordo de un automóvil Fiat Palio color bordó, pero hasta el momento todo es materia de investigación.
Comerciantes de la zona: “nos estamos acostumbrando a trabajar así”
No es novedad que hechos delictivos se sucedan permanentemente en la zona donde el oficial Barrera perdió la vida. Muchos propietarios de diferentes rubros aseguran que viven con miedo y encerrados, ya que los robos se suscitan a toda hora.
“Tenemos que trabajar con los puertas cerradas y ya acostumbrados a todo esto. Tenemos que abrir y darle para adelante porque otra no nos queda. Sabemos que los que roban andan cerca de acá no es que viven muy lejos”, manifestó el dueño de un local de indumentaria.
Estamos viviendo así desde hace años. Esto no es raro ya que a todos los propietarios nos pasa lo mismo. A punto tal que cuando vengo con mi hijo es imposible que no tenga el corazón en la boca”, afirmó Pedro propietario de un local.