El último jueves el Concejo Deliberante aprobó un aumento de emergencia para el transporte urbano de pasajeros que llevó la tarifa plana a 39 pesos y que por carácter transitivo, también repercutió en valor del estacionamiento medido.
El incremento no fue acompañado por el bloque del Frente de Todos, que consideró que la ciudad se reactivó en un 98 por ciento y las empresas seguían trabajando al 30 por ciento. Fundamentaron que esa situación fue un ahorro, además de haber percibido los subsidios, y remarcaron que no es el momento oportuno para autorizar una suba.
El titular de la Cámara de Transporte de Tandil, Daniel Albanese, expresó su enojo por este posicionamiento y señaló que “es demagogia pura”.
El empresario expuso que el arco opositor siempre se para en ese lugar cómodo, porque “no tienen responsabilidad de gobierno” y entonces no deben asumir el costo político si el servicio no se puede prestar.
Además, indicó que el 20 por ciento de aumento otorgado dista mucho de lo que solicitaron desde la entidad, pero que se aceptó con el compromiso de que en el segundo semestre se vuelva a discutir otro incremento, ya con el estudio de costos disponible que, aventuró, estará por encima del porcentaje actual otorgado.
“Necesitamos oxígeno porque nuestros números están complicados y no nos alcanza ni para el combustible, ni hablar de otras deudas”, graficó y aseveró que no podían esperar más el incremento debido a la apremiante situación económica del sector.
Un servicio insostenible
Pese a los cuestionamientos del Frente de Todos, afirmó que con los elementos acercados por la Cámara era “más que suficiente” para que aprobaran el nuevo cuadro y deslizó que “les quisiera dar una empresa para que la manejen y tengan el servicio que ellos pretenden con los recursos actuales”.
“No se puede sostener un servicio de esta manera”, agregó y focalizó en que los concejales opositores deberían hacer que los subsidios lleguen en tiempo y forma porque “jamás han accionado en ese sentido”.
Asimismo, con las nuevas restricciones impuestas por la comuna, se modificaron los horarios y frecuencias de los colectivos, lo que implica una reducción en los servicios y menos boletos vendidos.
Al respecto, ponderó que “todos tendríamos que colaborar porque nosotros, a pesar de estar fundiéndonos, hacemos lo que nos piden, que es bajar las frecuencias y parar colectivos, porque el bien común que es la salud”.
Con el nuevo esquema horario, después de las 19 las frecuencias se espaciaron para desalentar la circulación nocturna y aunque a la noche, en general y aún en condiciones normales, hay menos circulación de gente, refirió que “todo suma”.
“Siempre nos hemos puesto al servicio de las autoridades y nunca pensamos en lo económico, sí en cumplir y da una mano para salir adelante en esta pandemia. Sería bueno que la oposición venga y discuta el estudio con nosotros, porque estos chicos están en la tribuna y nunca nos piden información, ni documentación para ver en qué situación estamos”, concluyó.
