Inter Miami necesitaba ganar en su visita a Sporting Kansas City, tras una racha poco auspiciosa de cinco partidos sin éxitos que incluyeron su eliminación de la Concachampions a manos de Monterrey de México. Y, trabajosamente, salió airoso de un desarrollo de a ratos cuesta arriba y se acomodó, con un partido más, en la cima de la Zona A de la Major League.
El inicio del primer tiempo fue terreno fértil para el local, que parecía decidido a asediar al conjunto de Gerardo Martino. Y con esa presión tan arriba no tardó en provocar el error de Marcelo Weigandt, quien enfiló hacia adentro cuando no debía, demoró una entrega y permitió que le quitara la pelota Tim Leibold para que Erik Thommy terminara batiendo a los cinco minutos a Drake Callender desde la derecha con un tiro al segundo palo.
Sin embargo, las Garzas consiguieron emparejar las acciones y empezar a gravitar inmediatamente después, ya abajo en el marcador. Y lograron a los 17 la igualdad, cuando Messi hizo de las suyas viendo el pique solapado de Diego Gómez por izquierda para habilitarlo, permitiendo que el paraguayo rematara también al segundo palo.
Ciertamente, la visita no volvió a pasar grandes apremios, y hasta estuvo cerca de pasar al frente con un tiro libre de la Pulga que pasó a centímetros del poste izquierdo de Tim Melia. Y, si bien en el inicio del complemento parecía que podía repetir la fórmula el anfitrión, apareció Messi a los cinco para recibir un toque de David Ruiz, acomodarse y sacar un enorme remate al ángulo izquierdo del arquero.
No obstante, Kansas no quiso rendirse y continuó gravitando, para sacar un gol de la galera a los 12 cuando el enchufado alemán Thommy captó de volea un rechazo en un córner y sorprendió con un disparo al primer palo que pegó en el poste y entró. Pero a los 25, en un trámite sin respiro, se equivocó en una salida Jake Davis, Gómez le robó el balón por izquierda y mandó el centro bajo pasado para que Luis Suárez empujara por el segundo palo con el arquero a mitad de camino.
Finalmente, Kansas se quedó sin nafta e Inter pudo descansar en los frutos de su arduo trabajo, con la única -y no despreciable- preocupación por la salida por lesión de Jordi Alba, el único punto bajo de una victoria que le urgía.
