A 40 días se acabó el misterio del Mundial de Rusia, en el nivel que llega el delantero de Barcelona, el casi invulnerable arquero de River, que no estaba en los papeles del entrenador argentino, se terminan los misterios, el oscurantismo y la práctica del ocultismo. Messi y sus socios ideales del “Barsa” dieron una exhibición hace minutos frente al Real Madrid, posiblemente el próximo campeón de la Champions League.
Si hay un delantero como el crack argentino, sólo hay que tener un plan B por si nos llega a faltar por alguna complicación física. Armani da la sensación de inexpugnable, condición que no reúnen Romero ni Guzmán ni Caballero. Messi necesita dos pivotes falsos que se la devuelvan redonda, en una falsa pared y/o que la metan adentro cuando les quede alguna frente al arco.
Messi llega en su mejor condición física-futbolística, en relación a los mundiales anteriores. Armani apareció en la constelación desconocida para la fortuna de Sampahumo. Hay que ser prácticos, no regalar espacios en esta farsa del protagonismo sólo mental, lateralización, reiteraciones sin sorpresas. En esa instancia cuando se pierde la pelota, te agarran desarmado y te vacunan. Hay que dejar espacios necesarios para la salida en contraataque, sino se le resta espacio y campo a los desplazamientos de Messi, se conspira contra su mejor confort en el campo de juego.
Un delantero (9/10) con definición, y un puntero que haga diferencia por los laterales, deben terminar con estos secretos de Estado, en los cuales desaparecen las estrategias y sistemas que nos quieren vender como la verdad revelada.
Basta de misterios, siempre es lo mismo, gana el que mejor juega, el de los jugadores más desequilibrantes y que llegan a esa competencia máxima en su más alto nivel de rendimiento. Sólo preocupara el guía de turismo, que no atormente a los jugadores, debe dejar que todo fluya, es natural. Una defensa sólida, armada para que no pasemos a depender exclusivamente de Armani, sino interviene mejor, aunque aparezca con tapadas providenciales.
Jorge Elías Gómez
De 9, lo pondría a Palermo.
“Jugando al medio contragolpe”(?), yo jugaría al futbol.