La lenta y acotada carrera del vicepresidente Julio Cobos, afectado por la iniciativa y nivel de convocatoria que tomó Ricardo Alfonsín, no amilanó a Sanz y por el contrario ha decidido lanzarse a la pileta, aún cuando la pileta no se ha llenado de agua. Sanz espera adhesiones de quienes habían observado la expectante situación de Julio Cobos.
Las dudas de Cobos, quien transita en sinuoso desfiladero, toman mayor preponderancia, cuando silenciosamente algunos de sus seguidores han comenzado a formar parte del armado de Sanz, en la preparación de la interna cerrada que deberá formalizar la UCR, para definir las candidaturas presidenciales.
El doctor Abad, ha venido construyendo hasta sigilosamente, su acercamiento con el presidente de la UCR, participando con bajo perfil en esa nueva e incipiente línea, que se lanzará a la disputa de los cargos, que se someterán a elecciones municipales, provinciales y nacionales.
Un alto grado de desconocimiento en la opinión pública, parece ser el máximo rival de Sanz, a quienes sus correligionarios lo consideran “un hombre interesante y con valores partidarios”, condiciones que sin embargo sería insuficiente a meses de comenzar a definirse las candidaturas. Si no son demasiado los que vislumbran una exitosa participación, aún dentro de la UCR, el futuro de Sanz es el desierto propio cuando comience su tránsito por la arena política de las 24 provincias argentinas.
No obstante se asegura que titular de la UCR, sería acompañado por sectores de cobistas, un movimiento en cuyo sentido ya dio el diputado nacional Daniel Katz, decepcionado por muchas de las decisiones que ha adoptado el vicepresidente de la Nación, en relación a la marcha de su campaña, que conspira contra sus aspiraciones de lograr renovar su banca como diputado nacional.
El tema fue ampliamente tratado en artículo, que lleva la firma de Marcelo Helfgot, que publicó el diario Clarín, cuya reproducción textual es la siguiente:
“No me bajo”, fue el aviso que Ernesto Sanz transmitió entre saludos navideños a referentes de todas las líneas internas de la UCR, antes aún de confirmarles que se había subido a la carrera del 2011. Hasta entonces, el jefe del Comité Nacional repetía como un latiguillo que lanzaría su candidatura a presidente si veía agua en la pileta. Pero no esperó a que se llene para probarse la malla. Y lo hizo literalmente: aprovechará la temporada veraniega para poner en marcha su campaña desde la Costa Atlántica.
La gira comenzará a mediados de enero y, como corresponde, tendrá su epicentro en Mar del Plata, donde el promotor de “Sanz 2011” es el concejal Maximiliano Abad, un ex presidente de la Federación Universitaria Argentina que encabeza un grupo de “sub-40” que el senador mendocino aspira a instalar como novedad de campaña. En esa franja generacional se inscribe Adrián Ramos (de 39), ex asesor de la Cepal y jefe de economistas del partido, a quien Jesús Rodríguez -secretario general de la UCR- está a punto de arrebatarle al equipo electoral de Ricardo Alfonsín.
De hecho, el ex dirigente de la Junta Coordinadora alfonsinista ejerce como armador de la candidatura de Sanz y quien lo acompaña en la tarea de torcer voluntades de dirigentes que se alinean con Alfonsín o Julio Cobos pero no los ven competitivos. Guardan el nombre de los migrantes bajo siete llaves, hasta que el jefe partidario salte el principal obstáculo que tiene por delante: su instalación en la opinión pública, donde es un perfecto desconocido.
Será a través de un plan en tres etapas: recorridas a full hasta marzo, publicidad no convencional y batacazo en las internas. El paso inicial de Sanz consistirá en visitar varias provincias después de mojar los pies en el mar. Para el siguiente ya consiguió apoyo empresario (uno de sus fuertes es conectar al mismo tiempos con las bases partidarias y el establishment económico) para contratar a los publicistas del PSOE que ayudaron al triunfo de Rodríguez Zapatero en España. El remate sería un triunfo en las internas para que el senador pase de “tapado” a “sorpresa” del escenario electoral. “Si Alfonsín quiere hacerlas cerradas y en abril, las aceptamos”, dicen cerca de Sanz. Creen que ganarle a un candidato con alto nivel de conocimiento es lo que necesita.
Sanz fue de los primeros en apoyar la candidatura de Alfonsín, pero se alejó por considerarlo sectario y poco abierto a otros horizontes. En el laboratorio del senador no descarta jugadas audaces como una fórmula con Gabriela Michetti o una alianza con el PJ Federal, aunqueprioriza al socialismo. Desde el alfonsinismo, Sanz le llegaron guiños de los senadores Juan Carlos Marino (La Pampa) y Alfredo Martínez (Santa Cruz).
A Cobos lo dan casi fuera de carrera y piensan que recogerán todos sus apoyos, que comenzaron a desgranarse, como los casos de los bonaerenses Leopoldo Moreau y Federico Storani. En es distrito ya trabaja para Sanz el intendente de Tres Lomas, Mario Espada. Uno que pegó el salto fue el senador chubutense Mario Cimadevilla. Otro que dio señales favorables fue Enrique Nosiglia, apetecido por sus múltiples contactos. Una señal: Sanz se probó el traje de candidato el viernes en Malargüe de la mano de un cobista.