Ya se aplicaron unos 44 millones de inmunizaciones dentro y fuera del país asiático de esta vacuna, que fue autorizada con carácter de emergencia por el Ministerio de Salud argentino en febrero pasado y de la cual llegarán tres millones de dosis desde la semana próxima.
La vacuna china Sinopharm, autorizada con carácter de emergencia por el Ministerio de Salud argentino en febrero pasado, es del tipo “inactivada” ya que contiene una versión del virus alterada genéticamente, lo que le impide reproducirse y desarrollar la enfermedad pero genera una respuesta inmune en el organismo, y tiene la ventaja de que requiere menos fríos que otras.
Tres millones de estas vacunas, que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó para inmunizar a menores de 60 años, llegarán al país a partir de la próxima semana, tras la firma el miércoles de un contrato entre el Gobierno y la Corporación Grupo Farmacéutico Nacional Chino, informaron fuentes oficiales.
Esas dosis se sumarán a la primera tanda de 1 millón de vacunas Sinopharm que arribaron en la última semana de febrero y fueron distribuidas entre las provincias para su aplicación a docentes menores de 60 años ante el inicio de clases presenciales en todo el país.
Puede transportarse y almacenarse a una temperatura de entre 2 y 8° grados, lo que facilita la logística
La vacuna requiere de dos dosis que deben aplicarse con 21 a 28 días de diferencia y puede transportarse y almacenarse a una temperatura de entre 2 y 8° grados, lo que facilita la logística de distribución y resulta una ventaja frente a otras como la de Pfizer, que requiere una refrigeración de -70 grados.
“Es una vacuna a virus inactivado, lo que la hace una vacuna muy tradicional, muy segura como lo son las vacunas de la Polio (Salk), de la Hepatitis A o de la Rabia”, explicó Pedro Cahn, miembro del comité asesor de la Presidencia durante la pandemia y director científico de la Fundación Huésped, quien coordinó los ensayos clínicos de Fase III de la Sinopharm en la Argentina.
Sin embargo, esos resultados no fueron aún publicados en una revista científica, es decir que no pasaron por la revisión de pares.
Argentina es uno de los países que inició esas pruebas en agosto del año pasado a cargo de la Fundación Huésped en los centros Vacunar, con la participación de más de 3.000 voluntarios.
Además, se desarrollan en Perú, Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin.
En tanto, los ensayos de Fase 1 y 2 de la vacuna fueron publicados en la revista médica británica The Lancet, que indicó que es segura e induce una respuesta inmune.
Tras la aprobación a finales del 2020 por la Administración Nacional de Productos Médicos de China para su uso de emergencia, ya se aplicaron unos 44 millones de dosis dentro y fuera del país asiático.
También fue autorizada en Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Egipto, Jordania, Camboya, Irak, Morocco, Serbia, Pakistán, Seychelles y Hungría, el primer país de la Unión Europea en darle su respaldo, y Perú firmó un acuerdo de compra con Sinopharm para acceder a unas 30 millones de dosis.
Además de Sinopharm, China desarrolló las vacunas contra la Covid-19 CoronaVac, de Sinovac Biotech, y la llamada Ad5-nCoV o Convidecia, de la compañía Cansino Biologics junto con el Instituto de Biotecnología de Beijing, cuyos ensayos clínicos también realiza la Fundación Huésped en la Argentina.
La ministra de Salud Carla Vizzotti anunció durante la última reunión del Consejo Federal de Salud (CoFeSa) que con la llegada de esas vacunas se iniciaría la inoculación al personal docente de todo el país, debido a su autorización por la Anmat para utilizarla en menores de 60 años.
Vizzotti había firmado el 21 de febrero la resolución 688/2021 que autorizó con carácter de emergencia la vacuna desarrollada por Sinopharm en colaboración con el laboratorio Beijing Institute of Biological Productos de China.