Si pasa desapercibido como su tendencia a las obviedades con las cuales interviene en política, el concejal Ariel Ciano evita compromisos que lo expongan demasiado.
Es un compañero del razonamiento de Felipe Solá, “en política hay que hacerse el boludo”, en el caso de Ciano es poner “Cara de yo no fui”, y hay que reconocer que ha sido pertinaz en su cometido y le ha rendido sus frutos: hace 30 años vive de la política.
Sus raíces en los cimientos del multimedios La Capital, lo convirtieron en un clásico de la política local que “siempre está”, un fenómeno, que tal vez tenga alguna amiga en la ANSES que le tramite algún plan de jugosa jubilación.
Un rápido desengaño con la justicia lo dejó a un costado y se abrió el sendero de la política, donde anduvo por todos lados, generalmente de fácil admisión.
Así fue asesor de Enrique Marín Vega cuando fue senador por la UCR, un hombre de estrecho vínculo con el ex intendente Blas Aurelio Aprile. Luego le quedó cómodo el colectivo vecinal de Acción Marplatense y otro ex intendente, Gustavo Pulti, le hizo lugar.
No terminaron de la mejor forma, aunque el nativo de Dolores fue muy generoso con él tanto desde el Departamento Ejecutivo como en el Concejo Deliberante. Muchos años bajo esa protección, buscó horizontes en el Frente Renovador, pero lo abandonó hasta Mercedes Morro, dicen que por incorregible.
Se lo vio en algún acto con socialistas, radicales disidentes y gente de Lavagna pero no prosperó y quedó anclado dentro del Frente de Todos, pero deambula nada más, el kirchnerismo detecta rápidamente los cuerpos extraños.
Su vida política transcurre en el esperpento de la alianza entre Alberto Fernández y Sergio Massa. Y se está complicando el caldo de gato, por esas orillas la mano viene cambiada.
Ya abandonó su sueño de convertirse en intendente, merced a la instalación que siempre le brindó su apellido y su especial referencia con Florencio Aldrey Iglesias, digamos un militante de los negociados del empresario con el Estado.
Batalló por la causa en todos sus órdenes y rubros: pauta oficial, excepciones, exenciones, en la construcción, hotelería, en concesiones de cánones viles de playas y escenarios, siempre con municipalidad, provincia y nación, ese es el circuito que lo ha caracterizado.
Casi ya debe haber completado sus años para acceder a un cheque de la ANSES, sino accederá a algún plan de facilidades, utilizando su línea directa con la política. Toda una carrera, sin demasiados esfuerzos tampoco, según cuentan quienes lo conocen, lo fastidian largas jornadas de trabajo y no necesito una pandemia para ser un fanático del TAD (Trámites a distancias) con una especialidad también: cuánto más lejos mejor.
Siempre todo con “Cara de yo no fui”, otra marca en el orillo, como el personaje de la historieta de Quino.
Extrañó no ver su firma en la solicitada que acompañaron 5.000 compañeros, amigos y allegados al ex vice presidente de la Nación, Amado Boudou, pidiendo por el fin de su detención domiciliaria, la revocación de los cargos y sentencias que lograron el récord de 15 fallos judiciales adversos, todo un récord.
¿Ahora quién fue más lejos en Mar del Plata con agasajos y reconocimientos al hombre que estafó a su ex esposa con los papeles truchos de un auto y dio como dirección un médano del, no casualmente, Partido de la Costa?: Ariel Ciano, y claro la osadía no escapa a sus condiciones.
Lo nombró a Amado Boudou por decreto (como presidente del HCD) vecino destacado de General Pueyrredon. La “distinción” fue entregada dónde sino en el Hotel Provincial de la Cadena de Aldrey Iglesias. Gustavo Pulti, obviamente, promulgó el decreto y formó parte del acto de entrega.
Durante su gestión como intendente municipal, el ex intendente Carlos Arroyo, anuló la designación dejándola sin efecto, que tampoco no casualmente fue publicada por todos los medios.
Ariel Ciano haciendo más méritos a su “Cara de yo no fui”, no apeló ni pidió una moción de privilegio para oponerse a la decisión del hombre de Agrupación Atlántica. Arroyo llegó a ser intendente haciendo política mientras iba a comprar yerba, a un eslabón de la tradicional cadena de supermercados marplatenses, ubicado sobre Belgrano en proximidades de Italia, casi el mismo barrio donde se crío Ariel Ciano. Hay vecinos dignos e indignos. Los lectores sacan sus propias conclusiones.