La decisión estaba prevista desde el martes, pero el quite de la sedación inducida no arrojó los resultados esperados, apareciendo además algunas líneas de fiebre, que también pueden alterar otros parámetros orgánicos, que parecían controlados.
La figura fue la de una meseta ni hubo deterioro ni mejoría, incluso se “despertó y colaboró”,pero fue necesario no interrumpirle la asistencia mecánica respiratoria, ya que no estaban dadas“las condiciones del destete”, expresión que utilizan los médicos cuando se le quita el respirador al paciente. También dentro del cuadro, se destacó el equipo de profesionales, que lo asiste durante las 24 horas y es dirigido por el doctor Gustavo Velardi, jefe del área de cuidados intensivos.
Por estas horas aumenta la preocupación, por los riesgos que aparecen en los pacientes, que permanecen durante muchas jornadas en terapia intensiva, informó una fuente médica del Sanatorio Belgrano.