El Gobierno de China anunció ayer un endurecimiento de las medidas de confinamiento en el noreste, luego de que el país registrara el pasado sábado sus dos primeras muertes por coronavirus en un año y en momentos en que la metrópoli sureña de Shenzhen se preparaba para levantar sus restricciones.
En las últimas 24 horas, China reportó 4.053 nuevos casos de coronavirus, dos tercios de ellos en Jilin, provincia fronteriza con Corea del Norte y Rusia, informó la agencia de noticias AFP.
En la ciudad homónima de Jilin, de 4,5 millones de habitantes, la alcaldía precisó que a partir del próximo lunes por la noche y durante tres días los ciudadanos no podrán salir de sus viviendas.
La ciudad de Changchun, confinada desde inicios de marzo, anunció por su parte que endurecerá sus medidas durante tres días y solo podrán movilizarse el personal médico y otras personas cuyo trabajo se vincula con la pandemia de Covid-19.
Desde inicios del confinamiento el 11 de marzo, los 9 millones de habitantes de Changchun podían salir una vez cada dos días para comprar comida.
Además, la ciudad septentrional de Tangshan, base de la industria siderúrgica china, impuso este domingo una prohibición de circulación de 24 horas para frenar la propagación del virus y examinar a sus 7,7 millones de habitantes.
En tanto, el pasado domingo 13, la metrópolis tecnológica de Shenzhen, situada a las puertas de Hong Kong y que alberga miles de fábricas de grandes nombres de la teconología, confinó a sus 17,5 millones de habitantes.
Sin embargo, las autoridades sanitarias informaron que desde el lunes la ciudad sureña reanudará el transporte, así como las administraciones y parte de la actividad económica.
