El ex presidente Kirchner y el ex intendente Katz, brindaron protección a los grupos de manifestantes, que provocaron serios disturbios y grandes destrozos en edificios de la Avda. Colón entre Independencia y Corrientes por allí avanzaron, quienes se oponían a los términos de la cumbre de mandatarios, que discutían procesos de comercialización entre países de América.
Fue una zona liberada para que se expresaran los violentos, y muy bien lo pueden certificar los vecinos marplatenses que sufrieron las consecuencias. Frentes destrozados, bombas de estruendo de gran potencia, molotov hicieron vivir horas de zozobra a quienes residían y /o trabajaban en la zona. ¿Cómo no se pudo impedir semejantes actos de destrucción? La pregunta cabe debido a que había 150 manzanas acordonadas y nada menos que 7.500 efectivos de seguridad velaban por la seguridad en la ciudad de Mar del Plata.
La magnitud de los destrozos fue de tal envergadura, que el intendente kirchnerista Daniel Katz tuvo que hacerse cargo de poner la cara ante sus vecinos. Katz realizó llamados a redacciones de diarios, radios y televisión locales para que no reflejaran la gravedad de los hechos. En uno de los casos se produjo la destrucción de originales de periodistas y redactores del diario El Atlántico ya en poder del gobierno nacional que encabezaba Néstor Kirchner, y al cual había adherido fervientemente el intendente Daniel Katz a tal punto que cubrió esa serie de desmanes.
En la semana posterior miembros del gabinete nacional y funcionarios del área del EMVISUR de la MGP relevaron los destrozos, valuaron los mismos para indemnizar a los vecinos que vivieron horas de infierno
Mientras el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, se encontraba dando el discurso de inauguración de la IV Cumbre de las Américas, un grupo de manifestantes integrado por grupos de extrema izquierda y piqueteros, intentaron penetrar en la zona de exclusión atravesando el vallado policial, ante lo que la policía reaccionó arrojando gases lacrimógenos. Ante esto, los manifestantes retrocedieron y comenzaron a destrozar diversos comercios de la zona.
En el transcurso de estos disturbios, una de las sucursales del Banco Galicia fue incendiada, ante la atenta mirada de periodistas de todo el mundo y policías que no intervenían; por la lentitud de la llegada de los bomberos, el local quedó completamente destruido y se puso en riesgo la seguridad de los vecinos que habitaban los pisos superiores del edificio. Un local de los famosos alfajores marplatenses Havanna fue destruido y saqueado por completo, al igual que diferentes comercios de la céntrica avenida Colón.
Paralelamente, en la Ciudad de Buenos Aires se dieron lugar también algunos disturbios, pero al igual que los de Mar del Plata fueron finalmente contenidos por la policía, y no pasaron a mayores.
Pero las secuencias fílmicas muestran a Berrozpe, de campera verde y pelo canoso enrulado, rompiendo los vidrios del banco Galicia y antes “ayudando a incendiar una bomba molotov” que se lanzó contra la columna antidisturbios de la Bonaerense.
Marcelo Fernández, compañero de Berrozpe en el MTR-Cuba, denunció a Clarín que se está ejerciendo una supuesta “persecución piscológica” sobre los miembros de su agrupación. Contó que concurrieron a la manifestación a “repudiar al genocida y a todos los que promocionaron su visita” y agregó: “Se hace un falso eje sobre los incidentes. El reclamo era absolutamente legítimo” (ver “Persecución…”).
El informe incluye los nombres y números de documentos de los 52 detenidos. Una minoría tiene antecedentes por tentativa de robo y muchos eran del Gran Buenos Aires.
Afirma que a las 17 del viernes 4 “una columna del MTR conjuntamente con el M29 con su dirigente identificado como Gustavo Munizaga es la que tomó la decisión —juntamente con gente de Quebracho como ser Federico Lopardo— de acometer contra el vallado (policial)”.
El informe de inteligencia de la Bonaerense deberá ser confirmado por la Justicia para que tenga carácter de prueba judicial.
El fiscal federal de la Capital, Miguel Angel Osorio, estaba esperando que le envíen ese informe para cruzarlo con la información que ya reunió y que apunta a la hipótesis de que habría habido una coordinación entre los activistas que quemaron 15 vagones del Sarmiento y la estación Haedo del 1? de noviembre.
Osorio ya solicitó las llamadas telefónicas de celulares emitidas desde la estación Haedo durante los desmanes montados sobre la legítima protesta de 1.000 pasajeros que protestaban por un nuevo retraso del tren.