Sin embargo, se movieron 22 millones de turistas, que realizaron gastos directos por más de 201 millones de pesos, según el balance difundido por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa
La entidad sostuvo que la temporada finalizó con un balance ajustado a la situación sanitaria y “se realizaron viajes más cortos y alcanzó relevancia el turismo rural, mientras que hubo picos de recuperación sobre el final de enero y el fin de semana de carnaval”.
El informe señala que “las provincias se movieron con mucho turismo lugareño, especialmente aquellos que habitualmente viajaban a Brasil, Chile o Uruguay”, mientras que “em lo gastronómico, la estrella del verano fueron las cervecerías artesanales”.
“Si bien cayó 28,9% la cantidad de gente que viajó fronteras adentro, en relación con el verano pasado, en muchas ciudades los empresarios consultados marcaron que la temporada fue mala, pero esperaban algo peor”, indicó la cámara
La temporada fue de menor a mayor y luego que las distintas localidades tomaran recaudos sanitarios conta la pandemia, cuando a partir de la segunda semana de enero se notó una bajante de casos, el turismo comenzó a incrementarse alcanzando picos en el último fin de semana de enero y durante el feriado de Carnaval.
Algunos factores que salvaron parte de la temporada fue la imposibilidad de viajar al exterior, especialmente a Uruguay, y la necesidad de salir de viaje después de un año donde las escapadas de fin de semana estuvieron ausentes.
En cambio, no hubo fiestas populares, se suspendieron certámenes deportivos, el transporte fue reducido y parques termales o playas trabajaron con cupos de ingresos. La estadía media bajó de 4,2 días en 2020 a 3,8 en 2.021, junto con el menor poder adquisitivo de los turistas y la prudencia ante la emergencia sanitaria.
Por otro lado, unos 36 millones de argentinos se trasladaron por el día a lugares cercanos, con un gasto promedio diario de $1.300 per cápita que dejaron un desembolso total de $46.700 millones, por que la erogación total directa del verano entre turistas y excursionistas ascendió a $248 mil millones.
Cobró fuerza el turismo rural, que finalizó la temporada con un balance positivo empujada por el distanciamiento social. “El viajante pudo hacer periplos de cercanía, en grupos reducidos a lugares con naturaleza, y disfrutar de playas, caminatas, kayak, pesca deportiva sin amontonamiento de gente”, se explicó.
Escrito por Adrián Rodríguez