Por Virginia Ceratto
Un clásico de la escena argentina se repone en la sala Nachman del Teatro Auditórium Centro Provincial de las Artes: Made in Lanús, de Nelly Fernández Tiscornia, pieza que fue popularizada en su versión cinematográfica Made in Argentina.
Quien frecuenta el teatro conoce la obra y cede a su imán una y otra vez, porque Made in Lanús no sólo pinta los destinos de quienes padecieron -y padecen- la página más negra de la historia de nuestro país: la Dictadura genocida y el exilio, sino que nos recuerda que el destino se escribe en un solo sentido y que el dolor es intransferible.
El dolor de los que se tragaron la impotencia, maduraron ese veneno en el exilio y, con justicia, no quieren perdonar; el dolor de quienes desde lejos añoraron su lugar, el dolor de los que se quedaron para, apenas, sobrevivir a ese naufragio que mutiló afectos y futuros y que nos convirtió en un cuerpo social fragmentado que busca la imposible continuidad en los espejos.
En esta ocasión, la avezada dirección de Jorge Paccini encuentra su justo correlato en un cuarteto actoral que se las trae.
Emilio Comte compone con soltura y sin estridencias a Osvaldo, ese psicoanalista que “debe” transitar su carrera en el exterior añorando permanentemente un regreso que su familia deplora y afronta la irreparable pérdida con una sobriedad que ahonda el peso de su tragedia personal.
A su lado, excelente, Emma Burgos como Mabel, mujer de Osvaldo; su personaje es la parábola exacta de aquel para quien la memoria es una llaga, su versión del dolor, traducido en rencor es un fiel correlato de lo que aún sentimos muchos, muchos argentinos.
Ana Juárez es “la Yoli”, una Yoli entrañable, imperdible, la piba de barrio que sabe cuál es su lugar y que afronta lo que vendrá sabiendo que tendrá que apretar los dientes y seguir, contra viento y marea.
Finalmente, Néstor Grotadaura compone al Negro, el mecánico que cambia su ilusión por la certeza, no menos prometedora, de un espacio donde el afecto campeará el temporal, todos los temporales.
Made in Lanús… a la vuelta de casa, quien quiera oír que oiga.
Que no daria por estar alli!!! vibrardo con la respiracion de cada uno de los protagonistas de esta majestuosa obra,desde Barcelona les mando todo mi cariño, respeto y admiracion.
Excelente espectáculo en todo sentido. Muy bien puestos los personajes. Los felicito a todos