El letrado Fernando Guerrico, en declaraciones a mdphoy.com afirmó que la Fiscalía de La Plata, no quiso tomarle la ratificación de la denuncia realizada oportunamente a Miguel Ángel Rodríguez, el hombre que denunció al ex titular del EMTUR Emiliano Giri, de haber sido coaccionado para declarar contra la figura del publicista Roberto Fioca, en el marco de la causa Astillero Río Santiago, que terminó con el empresario marplatense tras las rejas y fuera del gobierno de Carlos Arroyo.
Es de destacar que el denunciante, con sus problemas de salud a cuestas, se trasladó hasta la Fiscalía de La Plata en compañía de su abogado defensor para ratificar y ampliar la declaración contra el representante del PRO en Mar del Plata.
Rodríguez se liberó y contó a este medio como era su relación con Emiliano Giri, las amenazas que sufrió por declarar en contra del empresario marplatense, su lucha contra las efermedades que lo aquejan, y su acercamiento al mundo evangélico.
¿Conoce a la familia de Emiliano Giri? ¿Algún día tuvo algún inconveniente con alguien de su entorno?
Sí los conozco, sobre todo a la mujer que una vez me trajo ropa para los chicos. Además… tuve un encontronazo con Bernardo, uno de los hermanos, que es discapacitado como yo. Pero no me calenté porque si me enojo iba a ser para cagadas… estaría preso en Batan, le hubiera dado la cabeza contra el suelo…
¿Qué le dijo específicamente?
Me empezó a basurear, me acusaba de traidor porque salí a decir la verdad. Yo no inventé cosas del hermano, conté lo que sucedió. Y lo único que quiero ahora es descansar en paz el día que me vaya al otro mundo…
¿Esto sucedió a raíz de las notas que salieron publicadas?
Sí. Además mucha gente que yo conozco y conoce la historia me dice `te apoyamos´, `denúncialo´, si hay que darte una mano el día de mañana te la vamos a dar. Es gente que trabaja en el pescado y en muchos lugares más. Lo que sucedes es que Giri me hizo un daño muy grande y va a tener que pagar el día de mañana. Yo si tengo que comerme unos meses o años en la cárcel, voy a tener la conciencia tranquila porque me presenté y dije la verdad.
¿Sufrió amenazas a raíz de esta situación?
Sí. Cuando salía de la punta escollera, unos tipos que andaban en una camioneta cuatro por cuatro, color gris, no me acuerdo el número de patente, me amenazaron por este tema. Me dijeron que me iban a matar si no dejaba de hablar sobre las cosas de Emiliano Giri.
Si él quiere decirme algo sabe cómo ubicarme, no necesita mandarme cuatro o cinco patovicas. El me ensució y me metió en este quilombo, ahora tiene que pagar y para eso está la justicia.
¿Tiene miedo por usted y su familia?
Sí, claro. Pero al mundo venimos a sufrir, y como ahora estoy en el camino de Dios… Estoy yendo a la Iglesia por mi sanidad, mis cosas, mi enfermedad, lo dejo todo en manos de Dios. Él es el que castiga y cuando lo hace castiga grueso.
¿Su familia lo alentó para que diga la verdad o preferían que no dijera absolutamente nada para quedarse más tranquilos?
Hubo un aliento bárbaro el día que yo viaje a La Plata. Me dijeron que vaya con la fe de Dios y que diga la verdad porque Dios me iba a proteger.
¿Viajó a La Plata para ratificar y ampliar sus dichos (denuncia contra Giri) junto a su abogado?
Efectivamente, viajamos junto a mi abogado Fernando Guerrico a la Fiscalía de La Plata, pero no me quisieron tomar declaración ya que nos dijeron que había comenzado la Feria Judicial y eso no podía ser porque era viernes y dicha Feria iniciaba el lunes. Además les comenté que por la gravedad del caso y mi situación de salud, ya que se me hace difícil viajar tantos kilómetros, hagan un esfuerzo pero no quisieron atenderme.
¿Considera que su incursión en el mundo evangélico le brindó seguridad para contar la verdad y de esa manera sentirse con la conciencia limpia?
Por su puesto. Sobre todo para descansar en paz y no tener remordimientos ni nada el día que no esté más por mis enfermedades.
Todos los miércoles y domingos voy a la iglesia, y el pastor me dijo lo que lo tenía que hacer y cumplí, conté lo que sucedió y estoy más tranquilo.
¿Lo volvió a ver a Emiliano Giri después de denunciarlo?
No. Nunca más lo vi. No da la cara. Me tiene miedo ¿Y cuál es el látigo más grande que hay? La palabra de Dios. Yo no sé leer ni escribir pero la palabra más grande que hay es la palabra de Dios. Yo me arrepentí y él se va a arrepentir también de todo lo que hizo. Tiene que pagar en vida.
¿Cómo reaccionaría si se encuentra con Emiliano Giri?
Normal. No pasaría nada porque estoy en el camino de Dios. Pero si no le diría flaco vos no subís a ningún lado más, vos no sos político de nada porque los políticos no hacen lo que vos le hiciste a una persona que vive en una villa como yo, que no tiene nada y además está enfermo. Que vaya y me saque de donde me puso y lo perdono. Tiene hijos, tiene familia, tiene hermanos, tiene papá y él no sabe cómo estoy sufriendo yo. Él era como un hermano, yo lo cuidaba, hacíamos campaña juntos…
¿Se sintió utilizado por Giri?
Por supuesto. Me utilizaron para todo. Pero acá estamos…y sigo siendo el mismo.
¿Frecuentaba el Concejo Deliberante cuando estaba junto a Emiliano Giri?
Iba siempre a pedir cositas para los niños míos, yo digo mis niños porque me crié en la villa y les digo mis niños. El 20 de agosto no van a tener para tomar… un chocolate, nada. Le doy gracias a la concejal Patricia Serventich que cuando necesitaba alimentos me ayudaba al igual que Vilma Baragiola. De ellas no tengo nada que decir más que estar agradecido.
Lo único que les pido por este medio es si pueden colaborar para que me ayuden a cumplir mi último sueño: festejar el día del niño.
¿Tuvo algún problema con algún concejal?
Sí, una tarada que había ahí se me rió y me cerró la puerta en la cara. Pero eso lo dejo en manos de Dios… todos los que están ahí los pusimos nosotros con él voto, y cuando va una persona a pedir algo para los chicos no se la debe tratar así.
¿Se está tratando las enfermedades que lo aquejan?
No.
¿Por qué?
Porque no tengo dinero, y gracias a mi doctora de cabecera Alon, que me da la insulina y algunos remedios estoy viviendo. Además estoy bajando de peso para poder hacerme una nueva cirugía pero no sé si quiero volver a operarme…no estoy seguro de salir.
¿Qué está necesitando para festejarle el Día del Niño a los chicos del barrio?
Leche, cacao, azúcar, masitas y el que quiera donar algunos juguetes para hacer un sorteo bienvenido sea. Seguiré luchando por mi vida y por mi salud para poder festejárselo a los chicos.
Para las donaciones, las mismas se pueden acercar a Fleming 2015, Verónica recibirá donaciones.
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