Rocío, la hermana mayor de Gastón Bustamante y pareja del único acusado por el crimen del nene de 12 años que fue ahorcado con una media en su casa, se presentó en los tribunales de Mar del Plata para apoyar a su novio. “Confío en él”, dijo.
Visiblemente consternada y en compañía del padre de Julián Ezequiel Ramón, el joven de 24 años y estudiante de Derecho que ayer fue detenido por la Justicia acusado de “robo y homicidio criminis causa”, Rocío Bustamante dijo que “no” tiene ninguna duda con respecto a la inocencia de su novio en relación al crimen de su hermano.
Es más, cuando le preguntaron si sus padres están de acuerdo con ella, la chica contestó: “Sí, estamos todos juntos”. Y detalló que cuando detuvieron a Ramón ella estaba con él.
En tanto, el joven sospechado de haber asesinado a Gastón en Miramar, se negó a declarar esta mañana ante el fiscal de la causa en los tribunales de Mar del Plata luego de que su abogado pidiera una prórroga.
Ramón pasó la noche detenido en la DDI de Mar del Plata. Poco después de las 7, fue trasladado a los tribunales marplatenses -situados en Almirante Brown y Tucumán- para ser indagado por el fiscal de Miramar Roberto Moure.
No lo hizo. Su abogado, Aníbal Borabuski, informó que el joven se negó a declarar y explicó que pidió “una prórroga de 48 horas” para poder interiorizarse sobre la situación de la causa y de su detenido.
Según dijo, todavía no se reunió con el joven. “Estamos esperando para tener contacto con Julián”, dijo. Y agregó que hasta el momento sólo pudo charlar con sus padres.
El sospechoso -y único detenido por el crimen- había participado activamente en las marchas por el esclarecimiento del caso y se había mostrado interesado en los avances de la investigación.
Para los investigadores, la clave para la detención de Ramón es una huella dactilar suya que fue encontrada en un televisor que había en la escena del crimen. Ese televisor había sido preparado (embalado) para ser robado.
Moure explicó que “si bien no se puede determinar la antigüedad de las huellas (encontradas en el televisor), los peritos dicen que son contemporáneas con el homicidio, es decir, no pudieron estar allí durante más de veinticuatro horas”.
Otro dato importante para los investigadores es que Ramón tenía deudas, ya que en su casa se secuestró un cuaderno manuscrito con ítems que sumaban 20.000 pesos y la leyenda “Los necesito ahora”. Por esa razón, creen que el joven fue a la casa de su novia a robar. Según el fiscal, el joven detenido era la única persona fuera del entorno familiar directo que sabía que había dinero en la casa.
Además, el fiscal señaló que hay una filmación de un supermercado de Miramar donde se lo divisa a Ramón a dos cuadras del lugar de la casa de Gastón. Esa imagen fue captada a diez minutos del crimen.
Moure dijo que el sospechoso vive a ocho cuadras de la casa de la víctima y que tras realizar una reconstrucción, los tiempos dan para que el joven se dirigiera desde la vivienda de Gastón al supermercado tras el crimen o para que fuera hasta allí desde su propia casa.
El fiscal insistió -tal como trascendió en un principio- que el móvil del crimen sería el robo y que el asesinato fue cometido porque el nene descubrió lo que pasaba y podia reconocer al ladrón.
Gastón fue asesinado la mañana del 21 de noviembre pasado cuando ingresaron a robar a su casa, ubicada en la calle 27 entre 46 y 48, de Miramar, en momentos en que estaba sólo en el lugar ya que su madre había salido a hacer compras por el barrio. El nene fue atacado en un dormitorio. Su asesino lo golpeó en la cabeza y lo estranguló con una media.