Para Pérez Rojas la culpa la tiene el INDEC. Insólitamente el ex secretario de Hacienda y actual secretario de la Producción Mariano Pérez Rojas, salió a poner en dudas las mediciones del INDEC, en referencia al 11 %, de desocupación que experimenta la ciudad de Mar del Plata. Hay destrucción de las fuentes de trabajo y abandono del mercado laboral. Pérez Rojas es de aquellos malos pacientes que le miente al médico, o cuando tiene fiebre dice que el termómetro anda mal. Para eso es empleado de Pulti, solventado con el dinero de los contribuyentes.
A Pérez Rojas, le cayó muy mal que justamente nuestra ciudad, encabece este índice que impacta justamente en el área que conduce. Pérez Rojas, cuestionó las cifras oficiales, habló de pedir explicaciones al organismo que hasta el próximo 2 de diciembre preside Guillermo Moreno, y que le abran el estudio que arroja ese porcentaje fatal para la ciudad.
Pérez Rojas debe saber que Mar del Plata, expulsa jóvenes porque no consiguen trabajo, y muchos de ellos han desistido de la búsqueda del mismo. Pero Pérez Rojas también es adicto al relato y no a la realidad. La desocupación en Mar del Plata no es del 11 % sino que está en el orden del 25 % / 30 %, así como la inflación no es del 0,8 % sino que tiene un piso del 2 % mensual.
La cantidad de cartoneros se ha triplicado en Mar del Plata, en especial en radio céntrico, carros tirados por caballo, por hombres con bicicletas, por hombres que lo hacen empujando sus carros y vehículos desvencijados que llevan a remolque pequeños acoplados. Esto es lo que ha crecido en Mar del Plata, como consecuencia de la falta de trabajo. Ahora en temporada alta se sumarán los limpiavidrios y los franelitas.
Con la actividad comercial en franco deterioro, la gastronomía convertida en un artículo de lujo impulsada por la suba de los precios de los alimentos, cayó el uso del transporte público de pasajeros, también cayó la demanda energética, con la construcción privada en su piso histórico, sin obra pública, sin operaciones inmobiliarias desde hace dos años, con la industria textil semiparalizada, con el turismo en sus peores temporadas de la última década, con la actividad pesquera en el 30 % de su capacidad.
Es preferible que Pérez Rojas analice en conjunto estos fenómenos y no que pida una revisión de los métodos del INDEC, puede ser que se lleve una desagradable sorpresa, que el 11 % en realidad se triplique. O ahora también Guillermo Moreno se va por adulterar los índice de inflación, sino también porque adulteró los registros en Mar del Plata.
Causa perplejidad que un funcionario oficial vaya contra el INDEC, es insólito, pero se trata de no admitir la realidad, sumándose a un cuestionamiento generalizado de haber destruido el sistema de estadísticas públicas.
El 11 % de desocupación, prácticamente duplica la media general del país, y además creció un 50 % en referencia al mismo período de 2012, y es perceptible hasta en la vía pública. Local que cierra no vuelve abrirse y tampoco hay renovación de en alquileres comerciales, una vez finalizado el plazo del contrato.
La situación en el resto del país
Un año atrás, en el Conurbano Bonaerense había 4.494.000 personas ocupadas. Ahora hay 4.392.000, según el informe del INDEC. Se perdieron así 102.000 puestos de trabajo.
Al mismo tiempo, el número de desocupados bajó de 474.000 a 386.000 personas, o sea hay 88.000 desempleados menos.
¿Cómo pudieron dejar de estar desocupadas 88.000 personas si se destruyeron 102.000 puestos de trabajo?
Es porque 190.000 trabajadores abandonaron el mercado de trabajo. La población económicamente activa descendió de 4.998.000 a 4.778.000, de acuerdo a los números del INDEC.
De esta manera, la “buena” noticia de que descendió la desocupación se debió a la “mala” noticia de que se destruyeron miles de empleos. Y que toda esa gente dejó de buscar un nuevo trabajo y pasó a la inactividad.
Otro dato es que con esta pérdida de 102.000 empleos, el número de ocupados en el Gran Buenos Aires es similar al de dos años atrás. En tanto, la subocupación se redujo apenas del 10,8 a 10,7%, son 25.000 subocupados menos.
El INDEC informó ayer que la desocupación bajó en un año desde 7,6% a 6,8%. Eso significa que a nivel nacional habría unos 150.000 desocupados menos: de 1.261.000 habría descendido a 1.115.000 desempleados en el tercer trimestre de este año, según el dato oficial.
Sin embargo, estos números aparentemente alentadores encubren una realidad laboral muy distinta. Es porque la baja del desempleo no se habría logrado porque se crearon más puestos de trabajo, ya que la cantidad de ocupados tuvo un leve retroceso. Lo que pasó fue que una mayor cantidad de gente dejó de buscar trabajo por las menores perspectivas de encontrar una ocupación. Es lo que se conoce como “factor desaliento”.
Destrucción de las fuentes de trabajo y abandono del mercado laboral
El mayor deterioro se produjo en el Gran Buenos Aires: en la principal región del país la baja de desempleo se debió directamente a la combinación de una fuerte destrucción de puestos de trabajo con un abandono del mercado laboral de una porción importante de desocupados.
Otro dato oficial llamativo es que en Resistencia (Chaco) hay “desocupación cero”.
Los datos oficiales marcan que, a nivel nacional, el empleo no creció sino que tuvo un leve retroceso del 43,3 al 42,9%. Equivale a unos 10.000 empleos menos. En tanto, la tasa de actividad (que comprende a los ocupados y a los desocupados que buscan empleo) bajó del 46,9 al 46,1%. Eso significa que unas 160.000 personas dejaron de buscar trabajo y pasaron a la inactividad.
La caída del empleo también tuvo mucho impacto en varias ciudades, como Mendoza (la tasa bajó de 43,3 a 42%), en Resistencia-Chaco (del 34,4 al 30,2%), Santa Fe (41 a 40%) y en toda la región Patagónica (del 42,7 al 41,8%).
Se estima que tanto esta caída del empleo y el retiro de mucha gente del mercado de trabajo se verificó en especial en la construcción, un sector en el cual los propios registros oficiales marcan la existencia de una importante baja de la actividad económica.
De todas maneras, las mediciones de los expertos privados indican que la caída de la tasa de empleo fue mayor a la que informa el INDEC y que hubo un incremento de la desocupación.
Un caso especial es el de Resistencia Chaco porque es el segundo trimestre que la estadística oficial dice que no hay desocupados, pero con 15.000 ocupados menos. El factor desaliento se llevó a toda esa gente a sus casas.
También sobresale todo el Norte porque registran un desempleo inferior al nivel general. En el NEA es del 2,1 (con un 1,7% en Formosa y un 1,4% en Posadas, Misiones) y en el NOA del 5,4%) En cambio, en la Ciudad de Buenos Aires habría ahora 11.000 empleos más (de 1.514.000 a 1.525.000) con 5.000 desocupados más (de 79.000 a 84.000) porque no todos los que salieron a buscar empleo encontraron una ocupación. En el resto de los distritos hubo un mayor empleo que no llegó a compensar la menor ocupación del conurbano.
Catamarca, Tucumán, Bahía Blanca, Rosario y Paraná se destacan por registrar un mayor empleo, con iguales o menores tasas de desocupación.