Carta abierta al Presidente de todos los argentinos

Señor Presidente de la Republica

Argentina, Ingeniero Mauricio Macri

Con todo respeto me dirijo al Señor Presidente de todos los Argentinos para expresarle mi contrariedad por los setenta días que Usted lleva al frente del Gobierno de la República Argentina.

En primer término quiero expresarle que yo lo vote; estoy lejos de ser “macrista” pero fui uno de los tantos argentinos que lo hicieron optando por el mal menor o “en defensa propia”, preocupado, asustado, porque nuestro querido país estaba siendo devastado, convertido en tierra arrasada; las primeras investigaciones demuestran que mis temores no eran infundados: la herencia del kirchnerismo, camporismo, milagrismo, bonafinísmo, etcétera, etcétera que, desvirtuando la política,  obtuvieron pingües ganancias hundiendo a la Nación, lograron sumirnos  en el peor balance económico de los últimos 80 años.

Comprendo que la magnitud “del legado” que recibió, alteró sus planes iniciales y por ello, todavía no pudo adoptar medidas “en carpeta”.

Percibo que el desastre lo obligó a modificar  prioridades. Y también se, que hay problemas gravísimos, inseguridad, desocupación, cepo, inflación y mucho más.

Pero, permítame decirle, que el pueblo también enfrenta todos los días cuestiones que, quizás, para usted son de menor importancia, preocupado por los fondos buitres, la visita de las máximas autoridades de Francia, Italia la programada visita de Obama, la reunión con los popes del sindicalismo para tratar de forjar un acuerdo en las paritarias y que las clases se inicien en la fecha prevista.

Yo, ingenuamente, creía en un dicho popular que venía como de perilla en estas circunstancias: “No hay peor cuña que la del propio palo”…

Y usted me defraudó y relativizó el refrán: frigoríficos, supermercados  y  carniceros “lo agarraron para el churrete.

¿Cómo se explica el salto descomunal que alcanzó el precio de la carne? Y que su gobierno no hiciera nada…

Sé, Señor Presidente que lo preocupa el juez Griesa, la caída del precio del petróleo crudo y la presión de los que quieren las soluciones “ya” y que, chito la boca, guardaron silencio durante 12 años…

Pero, señor Presidente, quiero decirle que para el pueblo también hay pequeños-grandes  problemas que diariamente deben estar provocando casos fatales, de ACV, infartos, descompensaciones, etcétera.

Me refiero al pésimo funcionamiento de los teléfonos celulares.

Y si me permite la insolencia le cuento, porque imagino que Usted debe tener un servicio telefónico privilegiado: Aunque no lo crea, hay días  que es imposible comunicarse con la persona que está a 50 metros. Y cuando lo logra se corta, surgen interferencias o esa máquina infernal, le anuncia que “ese abonado no existe” aunque Usted  haya llamado 100 veces a ese mismo número.

¿Cuál es el problema?

Perdone, otra vez me desfachatez, pero estoy esperando que demuestre que es verdad “que no hay peor cuña que la del propio palo”.

Y mi caradurismo da para más: ¿Sabe por qué los celulares son un desastre?

Se lo cuento: No invierten porque todas las ganancias (siderales) las vuelcan a la nueva tecnología G4. Y la pagan brindando vergonzosos servicios.

¿Por qué tienen que pagar los usuarios?

Se Presidente, evite más ACV, infartos y mala sangre: Demuestre que es verdad aquello de la peor cuña… Usted ha sido empresario desde la cuna.

Como “ex Empresario” y actual Presidente tiene todos los medios a su alcance para hacer mejorar el servicio de telefonía celular que, realmente, es una porquería…

Ordene una encuesta y lo comprobará…

Pd. Y le pido disculpas, otra vez,  pero, también esperaba que diera a conocer los nombres de las recientes ex autoridades que cometieron, robos, estafas, malversaciones, defraudaciones en fin: agotaron todos los artículos del código penal y andan mostrándose en televisión y haciendo absurdas declaraciones en todos los medios…

Ah y no se olvide de hacer conocer el balance del Banco de la Provincia y la propaganda sideral que le abonaron a Tinelli y a otros medios del país el Comando de Prevención Comunitaria (CPC).

Disculpe mi atrevimiento.

Dios ilumine su gestión por el bien de la Patria.

Muchas gracias.

Olindo Pedro Bermúdez.