Con poder el Estado en sus manos para hacer cumplir un servicio público, el gobierno municipal exhibe una nueva demostración de su falta de iniciativa y que anda en función de los conflictos que se provocan en su ámbito de administración. Ya no es sólo el freno de mano puesto, es la desazón misma ante la inacción que perjudica a cientos de miles de vecinos y millones de turistas.
No sería en vano conjeturar que algún monje negro (que los hay) en las cercanías del intendente, esté montando una operación para que subrepticiamente aparezcan las unidades de UBER. Hay como una devoción de ir por los negocios vinculados a lo que produce caja en la MGP. Y ya se nota muuuucho, como dijo Axel.
Están todos los diagnósticos y también las propuestas, pero la morosidad parece ser una máxima de la gestión Montenegro. Hay un poder de policía que habilita a la MGP a penalizar y sancionar, pero todo se reduce a remar en dulce de leche, que hay temas que lo permiten y otros que pueden arrojar consecuencias trágicas, como el conductor desaforado en la costa, que registró todo el país.
Es así que los titulares de licencias de Taxi, que en temporada alta, no hagan trabajar sus unidades al menos 12 hs diarias, deberían ser penalizados, incluso hasta con el retiro de la licencia.
Mientras que se consideró como una especie de falacia la foto obtenida por el diario La Capital, en el aeropuerto de Camet, con pasajeros recién llegados, haciendo una larga cola penando por un taxí. No salió ningún funcionario a explicarlo. Están pintados. Ocurrió que llegaron 2 vuelos juntos, uno con atraso, y produjo el colapso de la estación aérea local.
Y también faltan taxis, no alcanzan los 2.147 habilitados ni los 715 remises, esos topes tienen 27 años y la población creció ya según el censo 2010, además con la pandemia muchas combis cambiaron de actividad y otras fueron vendidas. Los taxistas están cumpliendo esa función con los alumnos y no les importa laburar los fines de semana. Ya no alcanzan los rurales ni los Uber.
Por ejemplo el concejal Guillermo Volponi, consideró “legítima la sensación que tuvieron los taxistas y remiseros, quienes se sintieron damnificados directos de la situación”; en tanto que opinó que “también se debió hacer mayores intentos para escuchar la postura de los marplatenses en general, ya sea a quienes usan el servicio como a los que se inscribieron para ser choferes, intentando mejorar su situación laboral actual”.
Terminal: Miles de turistas deambulan en la noche en búsqueda de taxis o remises
Transporte y Tránsito y Estacionamiento Medido camino al abandono total