Esa brutal patada le significó al contrincante el final de su trayectoria deportiva y una reducción del 39% de la capacidad de su rodilla izquierda, la cual se vio seriamente afectada por la jugada en cuestión. Entonces, tiempo después la Cámara Civil y Comercial dictaminó que el ex campeón del mundo con Italia debía resarcirlo con una suma de $200 mil y ahora el órgano que ratificó el fallo fue la Suprema Corte bonaerense.
En 2010, los jueces a cargo de la causa, Ramiro Rosales Cuello y Roberto Loustaunau, habían manifestado que “si bien no se puede calificar el accionar como intencional, denota una notoria torpeza, un exceso en la práctica del deporte, anormal y evitable y grosero apartamiento de las reglas del deporte”. Más tarde, la defensa del mediocampista de Racing presentó un recurso que fue rápidamente rechazado, por lo que no tendrá opción de abonar el monto establecido