CAMBIEMOS somos todos y ahora vienen por nosotros

Lo del 1° de mayo y el Día del Trabajador es el pretexto perfecto para montar el escenario. Es el disfraz de un paro encubierto. Es la génesis de la gestación de un disparador desestabilizante. A esta movilización le faltan D´Elía, Milagro Sala y Schoklender.

Hugo Moyano con Antonio Caló y Hugo Yasky fueron socios del modelo K. Aplaudidores de primera fila de la cadena nacional. Barrionuevo es más de lo mismo durante el menemismo, hasta carece de representatividad y seguidores. Arman un sello y se arrogan personerías para el apriete.

Por qué los trabajadores están cada vez peor, si estos tristes personajes nunca se han despegado de su poder gremial. Son una estafa, son saqueadores de la clase trabajadora a la cual inducen con engaños para mantener sus privilegios. Se han enriquecido en sus cargos, que a nadie le quepan dudas.

Hoy salen a la calle por una cuestión de oportunidad, dispuestos a desplazar al gobierno que tiene sólo 4 meses de vida. No tienen otro propósito que abortar el despegue definitivo de Argentina, o por lo menos su intento. El problema de los sindicalista del peronismo es que Mauricio Macri y CAMBIEMOS sean exitosos, por que siono les espera el mismo exilio que hoy experimenta al kirchnerismo dentro del propio Partido Justicialista.

Habrá qué hacer uso de la licencia que el P.J. produce de las frases hechas. Es actuar en defensa propia ante cierto cúmulo de agitadores que ya han comenzado a pronunciarse. Ya hemos  escuchado sin movilizarnos que “Peronistas somos todos”, “Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista”“Somos como los gatos, dicen que nos peleamos pero nos estamos reproduciendo”, “La única verdad es la realidad”, “El bolsillo es la víscera más sensible que tiene el hombre”, “Todos somos buenos pero si nos controlan somos mejores”, “Mejor que decir es hacer”, etc.

A estos latiguillos se apela para justificar las desviaciones del P.J., hoy más que nunca en busca de un sillón para el análisis, después del acompañamiento que reciben las máximas autoridades del gobierno anterior. Van a Tribunales a ser indagados, imputados, procesados y detenidos, y reciben abrazos, besos, aliento, movilizaciones a favor, en casos en los que ya hay bucear algún signo de patología política ciudadana.

En este camino, el esfuerzo de los argentinos una vez más no tiene destino. Ya arrancan las CGT de Moyano, Caló, Yasky, Micheli y Barrionuevo, con sus planes de lucha sin propuestas, muchos de ellos enriquecidos y vitalicios desde la “defensa de los trabajadores”. ¿No habrá llegado el momento de decir nunca más a estos paros salvajes? Estas movilizaciones como las que se inician son paros encubiertos.

Así empezó Saúl “Lagrimita” Ubaldini, premiado luego por su lucha con una banco como diputado nacional por el P.J. Hizo todo el trabajo sucio en la calle para permitir el acceso de Carlos Menem al poder, acelerando el proceso de entrega del gobierno, cuando el ex presidente Alfonsín admitía las dificultades de gobernabilidad y sólo aspiraba como un demócrata de ley entregar los atributos a su sucesor constitucional. Al peronismo sólo le interesa el poder no las instituciones ni el funcionamiento de las mismas, dominar la justicia y tener como ícono la corrupción, como se está demostrando por estas horas, ya no alcanza con correrse el rimmel, como estos muchachos que hoy ponen en marcha el motor de la destitución.

Devotos del poder y del dinero, con el escudo de las necesidades de la gente, montan formidables aparatos a partir de los cuales extorsionan y le arruinan la vida a los que verdaderamente trabajan y son independientes. Paran en el transporte, en los hospitales, en los bancos, en las escuelas y perjudican a los más humildes, no a quienes con esfuerzo han podido mejorar su calidad de vida.

Estas desviaciones y verdaderos golpes de corporaciones, son encabezados o cuentan con la incondicional ayuda de los sindicalistas peronistas, y esta película ya la vimos. Son los mismos caciques, camioneros o gastronómicos, que empiezan con la puntita para traccionar y luego suman a los funcionales de turno, que vociferan y se manifiestan sin tener en cuenta cuáles son los orígenes de los problemas que nos dominan. Otros, por no quedarse afuera y para mantener sus fueros en sus organizaciones, se terminan prendiendo en lo que imaginan es una protesta legítima.

En 1989 lo vivimos con Saúl Ubaldini a la cabeza. Luego, nos enteramos que Menem vendió el país. Ahora, andan desenterrando en la Patagonia millones de dólares fruto de la corrupción K. Hay que ir bien a los archivos para comprobar que los críticos de hoy formaron parte de los aplaudidores del Patio de las Palmeras.

El propio Hugo Moyano (quien tiene la imagen pública de más alto rechazo en el país) fue uno de los máximos referentes que contribuyó al 54 % de CFK en el 2011. Luego rompió cuando no le dieron el dinero de las obras sociales, porque le cambiaron las reglas del juego. ¿Alguien vio a Pablo Moyano manejando un camión? o ¿Alguien vio a Facundo Moyano en una cabina de peaje?

Pero ambos tienen un gremio que financia sus actividades políticas, hoy emparentadas con el golpismo, por portación de apellido y con esos antecedentes, pretenden una vez más llevar a los argentinos a la frustración, a la desdicha y a la decepción.

Es inconcebible que el pueblo vuelva a equivocarse. CAMBIEMOS ha recibido un país devastado, hay que recordar como Carlos Menem y sus apóstoles (la CGT, organizaciones empresariales, la Iglesia, los militares) acorralaron al gobierno democrático que nos sacó de los genocidas del Proceso de Reorganización Nacional.

¿Qué creen que hubiera pasado si ganaba el oficialismo. ¿Ya habría suficiencia de energía eléctrica, gasífera y líquida?,¿ el dólar no valdría $ 15?,¿ los jubilados tendrían una mínima de $ 10.000?,¿ ya no habría más pobres, ni más desocupados, ni más inseguridad?. Estaríamos como los venezolanos que prácticamente han cerrado su país con presos políticos adentro. Ya no tienen dólares ni para comprar cebada y fabricar cerveza y los empleados públicos sólo trabajan lunes y martes.

Menem dijo que recibió tierra arrasada en 1989. El gobierno justicialista en su versión kirchnerista, se ha robado todo, pero además nos condenó a la falta de rutas, de ferrocarriles, de educación, de salud, y fundamentalmente a la falta de futuro. Borraron y adulteraron índices de estadísticas oficiales, se compraron la Casa de la Moneda y vendieron un dólar futuro que no existía.

CAMBIEMOS ha sido el fruto de una coalición, que supo interpretar el momento que vivía el país y legítimamente llegó al poder con los votos de la democracia.

Hay voces y mensajes que suenan a desestabilización, a caos y por qué no a maniobras destituyentes. Si hay prejuicios con el PRO y con Macri, que esperen el turno de las urnas en el 2017, pero que no pongan los consabidos palos en las ruedas.

Obviamente que ante semejante saqueo público, que nos estaba dejando sin moneda por la inflación, con las instituciones ocupadas ideológicamente, con la justicia dependiente del poder político y con la corrupción instalada (como se está demostrando), la salida no es un vergel ni un reino del placer, son los altísimos costos que han dejado 12 años de gobierno peronista/kirchnerista, al que la gente dijo basta, cuando en realidad también se les debería decir  NUNCA MAS.

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com