Carlos Melconian en lenguaje tribunero para que todo el mundo lo entienda “Me rompe las pelotas que a Mauricio Macri le vaya mal”, desde la amistad con el presidente no deja dudas en torno a cómo vive esta coyuntura. En cambio, Ricardo López Murphy en su mejor versión donde mezcla docencia con raíz académica, tampoco duda: “Sin esta asistencia económica internacional la economía hubiera colapsado”.
A todo CAMBIEMOS le da por las pelotas que al gobierno le vaya mal. Y también se comprende que el auxilio financiero de organismos internacionales, ha resultado determinante para sostener la gobernabilidad. Hay demasiados interesados en la política, no sólo de que a Macri le vaya mal, sino que su gobierno termine antes de cumplir su mandato.
Hincados en una colosal incertidumbre que golpea la economía y a los sectores más vulnerables, se hallan los pilares de subirse a la demanda en la clásica y falaz alusión “de la defensa de los trabajadores”, a la que habitualmente se encaraman sindicalistas enriquecidos a través del aporte de los trabajadores.
Esta vieja técnica no ha caído en desuso en el peronismo, la esgrime cuando huele que el poder toma temperatura y busca calentarse desde el mismo. Son funcionales a legisladores, gobernadores e intendentes que muestren la mínima identificación de la más sucia corporación política partidaria que ha conocido este país.
No existe el peronismo racional como se lo pretende llamar. No son ni buenos ni malos, son peronistas y no son racionales sino viscerales. El ajuste son ellos. Porque son el gasto público que le provocan al Estado que sostienen los argentinos que pagan impuestos en el litro de nafta, en el m3. de gas y en kw de energía eléctrica y todos los impuestos distorsivos que su enfermedad política provoca con su asistencialismo convertida en clientelismo. Por esto hay que ir al FMI, aunque Macri lo haya hecho de la peor manera.
Hay connivencia que en sucesivas estaciones se van incorporando. Se necesitan los unos a los otros, tarde o temprano se irán sumando. Los gestos de debilidad son síntomas que perciben, como los más avezados cazadores, depredadores y carroñeros. Vuelven ingobernable a un país, es una conspiración a la gobernabilidad con camouflagge.
La unión de Cristina Kirchner con Hugo Moyano, insoslayablemente, es nociva para el conjunto de la sociedad, porque está en riesgo la libertad de ambos. Aparecieron en el acto del martes los aplaudidores en cadena nacional de CFK en la Casa Rosada. Zaffaroni comparando los cuadernos de la corrupción con la Guerra por Malvinas, merece algo más que el repudio a un proxeneta investido por la dictadura militar. Personajes menores como Micheli, Sobrero, Grabois y los oportunistas como Massa, Pichetto, Urtube y Solá, entre otros, son más de lo mismo. Nada que no se pueda prever, es la previa del menemismo 1989/1999 y del kirchnerismo del 2003/15.
Ya aparecieron Quebracho y también las bombas molotov. Pero si detrás del escape y la fuga política están CFK y Hugo Moyano, cuál es el aporte que le hacen, D´Elía, Bonafini, Scioli, Máximo Kirchner, Pablo Moyano, Aníbal Fernández, y otras fulgurantes apariciones que se han evadido de la aplicación de justicia y están todos manchados. No dudarán en tirarle algún cadáver al actual gobierno, porque así son ellos, la historia los sentencia, ya hay veredictos al respecto de sus años de plomo y fuego. Son incorregibles como acertadamente los calificó Jorge Luis Borges.
Todavía estamos a la vuelta de Venezuela, no se ha escapado a una instancia que eriza la piel, cuando observamos al país del Caribe inmerso en una crisis humanitaria, mientras su dictador Nicolás Maduro se muestra fumando puros en un restaurante turco de los más caros del mundo. Los 12 años de sociedad del régimen chavista y el gobierno kirchnerista arrojarán más sorpresas además de bolsos con millones de dólares. Su magnitud sólo se detecta si se calibra la economía y los negociados de Estado a Estado.
Si los paros generales orquestados son una solución, este país sería un vergel, desarrollado, moderno con un futuro promisorio. Estamos casi en el peor de los mundos. Sólo el Estado gasta más de lo que produce el país. La economía real deshizo el parámetro de las equivalencias. Los sectores independientes sufren las consecuencias. No todo el país es la misma foto, hay sectores que se han beneficiado e industrias y actividades que se han recuperado.
Lo único que le importa en defensa de los trabajadores son sus cajas de aportes indexadas, por eso los necesitan como rehenes, sino los entregan como lo hizo en la Boston, la UTGHRA con Mercedes Morro a la cabeza. Después llevan a veleta de Marcelo Tinelli y al ¿massista? Facundo Moyano a sacarse fotos. Este Moyano es diputado nacional con la plata de los trabajadores camioneros que pagan los contribuyentes con la tasa de ABL (TSU) todos los meses en todas las municipalidades del país. Impresionante fuente de recaudación. Incomparable, es como el IVA lo pagamos todos.
Jorge Elías Gómez