Carta de Lectores, Opinión

Cambiemos: cumplir con las promesas electorales para transformar el país y ganar las elecciones

Por una coherente política centrista distante de la ultraizquierda y la ultraderecha para disolver el populismo peronista  

Escucho decir con frecuencia que el kirchnerismo y Cambiemos son iguales. Pero el ciudadano alerta tiene la obligación de distinguir y diferenciar. Nunca dos cosas pueden ser iguales, de lo contrario serían una sola. Refiriéndose al funcionamiento de los organismos de inteligencia, escribe en La Nación Carlos Pagni : 

…Frente a estos descalabros, la indiferencia de la comisión legislativa  que, a cargo del radical Juan Carlos Marino, debería vigilar a los organismos de inteligencia, es asombrosa. La falta de tutela democrática sobre el espionaje, muy antigua, fue llevada por el kirchnerismo a extremos desconocidos. Macri, que fue víctima de ese método, al presentar su gabinete, el 2 de diciembre del 2015, prometió :” la AFI estará al servicio de la seguridad nacional, y no como en los últimos años, que se usó para hostigar y espiar a los ciudadanos”. Todavía no cumplió. A pesar de que Durán Barba, el inventor del “círculo rojo”, aconsejó eliminar el “círculo negro”, Cambiemos sigue expresando una brutal continuidad… 

(El pestilente círculo negro del espionaje, 2 de abril del 2017) 

La crítica de Carlos Pagni  sobre el espionaje es  fundada e incuestionable . Sin embargo, deberíamos agregar que, a pesar de la “brutal continuidad” que denuncia Pagni, el espionaje bajo el gobierno de Macri se distingue en un aspecto fundamental del espionaje de la era kirchnerista. Mientras Oscar Parrilli, ex –director de la Secretaría de Inteligencia de Cristina Fernández, bendice la represión ilegal y la masacre de manifestantes opositores al régimen de Maduro en Venezuela (en declaraciones a Jorge Rial en A24 el 20 de abril del 2017)  el sistema de Inteligencia nacional bajo la Presidencia de Macri desarrolla sus actividades en el marco de un gobierno que no adhiere al régimen dictatorial de Maduro.   Mientras la ex – Presidenta Cristina Fernández tiene puesto el dedo en el gatillo de las armas de los “colectivos” venezolanos cuya misión es, por orden del gobierno, asesinar a traición a indefensos manifestantes opositores a Maduro, el Presidente Macri critica la feroz represión del régimen de Maduro y califica al gobierno venezolano de dictadura uniéndose así a las denuncias de Luis Almagro,  Secretario General de la OEA (Organización de Estados Americanos) y a la condena de varias naciones latinoamericanas ( Brasil, Argentina, Chile, Colombia, México, Paraguay, Perú, Uruguay, Honduras y Panamá ) y del Secretario General de la ONU (Naciones Unidas), Antonio Gutérrez.                                                                                               A pesar de los errores cometidos por el gobierno de Cambiemos, es preciso reconocer  que, gracias al cambio dispuesto por una mayoría de votantes en el año 2015, la República Argentina ha variado el rumbo y ya no se dirige, bajo la conducción del kirchnerismo, al abismo, a una versión argentina de la dictadura chavista venezolana.  

Bajo el gobierno de Maduro habría sido imposible publicar el artículo de Pagni y el periodista autor del escrito estaría detenido. 

No coincido con tendencias políticas ni de ultraizquierda ni de ultraderecha. Como budista prefiero una postura equilibrada distante de ambos extremos. Como budista me opongo al encarcelamiento y fusilamiento de innumerables opositores que cometió el comunismo castrista en Cuba. En la actualidad la dictadura chavista de Maduro está cometiendo en Venezuela  los mismos crímenes contra los opositores que cometió el castrismo en Cuba: asesinatos y encarcelamientos arbitrarios de opositores. Como budista me opongo a los crímenes  y asesinatos de opositores que cometió el gobierno cívico-militar- eclesiástico de la década de los años setenta en Argentina. Los opositores subversivos nunca deberían haber sido ejecutados, sino procesados por el Poder Judicial. Los delitos de lesa humanidad que realizó la dictadura militar no deben repetirse. En mi libro Espionaje en la Argentina, Buenos Aires 2015, Ediciones Deldragón,  condeno categóricamente los crímenes del terrorismo de Estado. 

Creo que el gobierno de Macri debería fortalecer su postura política originalmente centrista y obrar de modo tal que no pueda ser acusado de insensibilidad social, injusta distribución de la riqueza, corrupción y falta de transparencia de los organismos de inteligencia. Si lo hiciera, podría tener la capacidad histórica de disolver el poder del populismo peronista y evitar la caída de Argentina en los extremos dictatoriales de izquierda y de derecha. El gobierno de Cambiemos debería adoptar una coherente política centrista inspirada en el “camino del medio” budista. Si lo hiciera, podría triunfar en las próximas elecciones presidenciales. 

( Conocí a Carlos Pagni, el brillante periodista del diario La Nación, el 14 de noviembre del 20l6 al escuchar su conferencia en el acto organizado por la iccsi, Iniciativa ciudadana para el control de los sistemas de inteligencia, en el Salón Rojo de la Facultad de Derecho de Buenos Aires. En esa oportunidad le entregué mi libro Espionaje en la Argentina que recibió con gran interés.) 

Licenciado Julio César Forcat, 

Autor del libro Espionaje en la Argentina,  Ediciones Deldragón, Buenos Aires 2015. 

Los Juncos, Bº Santa Rosa, (4750) Belén, provincia de Catamarca, Argentina 

jcforcat@gmail.com

 

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