Mientras el cuerpo técnico de Marcelo Gallardo tiene decidido esperar hasta que termine la Liga Profesional para enfocarse plenamente en el mercado de pases, Miguel Ángel Borja se adelantó a la situación y dio a conocer su deseo de quedarse en el club en 2025. Pero, si bien su contrato finaliza recién en diciembre, hay un detalle en su cláusula de rescisión que seguro seducirá a varios clubes que lo sumaron a la lista de interesados: bajará a 4.000.000 dólares en enero.
Cuando lo compraron a mediados de 2022 desde Junior de Barranquilla, en un monto cercano a los 7 millones de la divisa estadounidense, se estableció que su cláusula descendería progresivamente. Empezó en 9.000.000, hasta fines de 2023, siguió en 8.000.000 en 2024 y el año que viene tocará un piso de 4 palos, una cifra accesible para cualquier cuadro europeo de mitad de tabla o poderoso de Sudamérica.
De hecho, hubo algunas instituciones de la Major League Soccer (MLS), de los Estados Unidos, que ya sondearon su situación, pero todavía no presentaron ninguna oferta concreta. Dependerá de las propuestas que le lleguen en estos próximos meses, pero todo indica que el anhelo del Colibrí es el de continuar con la banda roja.
El quid de la cuestión será el autoconvencimiento del lugar que tendrá que ocupar en 2025. De acuerdo a los últimos partidos del Millonario, Borja no es titular y tampoco posee las características de los atacantes que tradicionalmente le gustan a Gallardo. Por eso, se decantó por la dupla Facundo Colidio – Pablo Solari después de la eliminación en las semifinales de la Copa Libertadores contra Atlético Mineiro. Prefiere que se muevan más en la creación de juego y que se generen sus propias ocasiones.
De todas formas, los datos son innegables: el oriundo de Tierra Alta culminará el 2024 como el máximo goleador de River en la temporada. Entre el ciclo de Martín Demichelis como técnico y el del Muñeco, jugó 47 partidos y convirtió 31 goles, lo que le da un promedio un tanto y medio por encuentro.
Los cuestionamientos de parte de los hinchas llegaron cuando tuvo una sequía justo en el momento más importante del año, durante la serie frente al Galo. Hubo algunos silbidos, pero respondió con dos goles en los últimos cinco duelos de la Liga Profesional. En principio, su deseo quedó manifiesto: piensa seguir gritando goles en el Monumental.
