El intendente Guillermo Montenegro tenía desconfianza del voto de Alejandro Carrancio, la emisión favorable del mismo iba a dar paso a uno de sus escasos logros de gestión en su mandato que ya cumple 18 meses.
Su secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti, al observar la preocupación del jefe comunal se despachó con una aseveración que estuvo lejos de cumplirse: “Quedate tranquilo que cuando llegue el momento va a votar a favor”, con lo cual alejó las dudas, solo momentáneamente, de Montenegro.
El audaz y pertinaz funcionario que despertó el asombro generalizado al ser designado como secretario de Gobierno, no dejaba de hacer anuncios en épocas de transición, apenas había sido confirmado su nombramiento: “Nosotros vamos a renovar el transporte de la ciudad”. No hacen falta los expedientes que dejan armados y procedió a retirar el pliego del HCD, con un detalle no menor: incluía la formalización del trámite para obtener el subsidio para el transporte, ya que se consideraba a Mar del Plata como una zona compatible con la denominada AMBA y favorecida por el Ministerio de Transporte. Con lo cual se aliviaba sensiblemente el bolsillo de los usuarios marplatenses.