Boca Juniors se llevó una victoria por 1 a 0 de Colombia, ante un Independiente Medellín (DIM) que así continuó sin cosechar unidades en el Grupo H de la Copa Libertadores, y recuperó el liderazgo de la zona en la que ahora tendrá la chance de buscar la clasificación a octavos de final en la próxima jornada frente a Libertad, de Paraguay, en la Bombonera.
De hecho las tierras “cafeteras” no le habían resultado particularmente benévolas a los “xeneizes”, que en 13 partidos jugados hasta hoy a lo largo de la historia solamente se habían impuesto en tres ocasiones, igualaron en cuatro y empataron en las siete restantes.
Y hasta antes de este partido sumaban siete cotejos consecutivos desde aquel 2004 sin ganar, con dos derrotas y cinco empates cosechados en ese lapso.
Pero tanta historia se quebró hoy, luego de 16 años, en la cuarta fecha de la fase de grupos, cuando pudo batir al DIM de dos ex Boca como el director técnico paraguayo Aldo Bobadilla y el volante Israel Escalante, colista de la zona sin puntos en su haber, al que tenía grandes chances de vencer en la previa para empezar a asegurarse el pasaje a la próxima ronda.
Sin embargo, las diferencias de jerarquía individuales y colectivas se emparejaron por el prolongado parate que sufrieron especialmente los equipos argentinos, y que no se advirtió tanto la semana pasada en Paraguay, cuando superó con justicia por 2 a 0 a Libertad simplemente porque era el primer juego en el regreso a la competencia, pero este segundo compromiso apenas cinco días después y con un viaje más largo en el medio, le terminó pasando factura al físico de los futbolistas boquenses.
Claro que el planteo diagramado por Miguel Ángel Russo en Buenos Aires, donde permaneció por pertenecer a grupos de riesgo sanitario, y ejecutado en Medellín por sus ayudantes de campo Mariano Herrón y Leandro Somoza, al utilizar los mismos 11 titulares que actuaron en Asunción, apuntó a jugar un partido “largo” y que exigiera menos las piernas de sus jugadores.
De hecho el despliegue superior al resto del joven Gonzalo Maroni, prodigándose por el costado derecho de la cancha, le pasó factura a los 36 minutos del primer tiempo con una lesión muscular que obligó a su reemplazo por Agustín Obando.
Este aviso dejó abierto para el segundo tiempo un panorama más cauteloso aún del conjunto auriazul, ya que en el arranque no más se decidió el relevo de otro jugador muy proclive a los mayores esfuerzos como Franco Soldano por Walter Bou,
La idea era trabajar la contra con el ex atacante de Unión de Santa Fe y exigir también menos a Carlos Tevez, otra vez de buena tarea, atesorando nuevamente el cero en el arco propio y buscando en algún resquicio llevarse todo lo que estaba en juego a Buenos Aires para dejar semiabrochada la clasificación a los octavos de final.
Y cuando parecía que el 0-0 era inamovible, un error defensivo de los colombianos le permitió al ingresado Nicolás Capaldo quedar mano a mano con el arquero Andrés Mosquera, que le ganó en primera instancia, pero en el rebote apareció nuevamente Eduardo Salvio para señalar el tanto de la victoria y convertirse en el goleador absoluto de esta etapa pospandemia de los “xeneizes” con las dos conquistas registradas en el 2-0 del cotejo frente a Libertad.
De esta manera a Boca le hará falta solamente sumar un punto la semana próxima en la Bombonera precisamente ante Libertad, que hoy se quedó sin su técnico, Ramón Díaz, que inmediatamente fue reemplazado por Gustavo Morinigo, para asegurarse la clasificación a los octavos de final.
Las posiciones del Grupo H al cabo de cuatro jornadas, con diferencias de gol incluidas, son las siguientes: Boca 10 puntos (+6), Caracas FC 7 (+1), Libertad 6 (-1) e Independiente Medellín (-6).