Ciudad

Berni desafía al Frente de Todos y reclama una interna en la Segunda Sección

 

 

 

 

El furor por las internas que desató el radicalismo en la provincia entusiasma también a algunos actores del peronismo. Sergio Berni está planteando ir con una lista propia dentro del Frente de Todos en la categoría de diputados provincial por la Segunda Sección, un desafío directo a Osvaldo Cáffaro, el intendente de Zárate.

Berni quiere dar la pelea en la sección para acrecentar su -todavía incipiente- poder político en el norte de la provincia. La estrategia es pelear por Zárate, el distrito que más votos tracciona en la sección, y terminar con el largo reinado de Cáffaro. El ministro de Seguridad de Axel Kicillof quiere próxima intendenta sea, Agustina Propato, su esposa y hoy senadora provincial.

“No creemos en las unidades forzadas, lo más saludable en los procesos electores es poder discutir las diferentes miradas a través de la herramienta electoral de las primarias”, dice un comunicado de la agrupación 20 de Noviembre, espacio que lidera Propato.

No es la primera vez que amenaza con una lista propia en la sección. Se sabe que esa maniobra difícilmente traspase el muro de apoderados que acordó la superestructura del Frente de Todos.

El cierre de listas puede reconfigurar al peronismo en el norte de la provincia. Por eso, Berni amaga con una lista seccional para negociar lugares en el Concejo Deliberante, el epicentro de la disputa en la elección legislativa.

El peronismo en el norte de la provincia tiene algunas particularidades: en la Segunda Sección confluyen algunos actores políticos de peso, pero que carece de armados territoriales consolidados. Dos ejemplos son claros: uno es Francisco ‘Paco’ Durañona, que en 2019 perdió San Antonio de Areco en manos de Cambiemos. El otro es el propio Berni en Zárate, que no tiene un solo concejal.

Mientras tanto, Cáffaro -a pesar de cargar con el desgaste de varios años de gestión y de estar distanciado de la superestructura del peronismo- aparece como el único actor territorial importante. Por caso, en 2019 volvió a ser reelecto con el 60% de los votos.

El furor por las internas que desató el radicalismo en la provincia entusiasma también a algunos actores del peronismo. Sergio Berni está planteando ir con una lista propia dentro del Frente de Todos en la categoría de diputados provincial por la Segunda Sección, un desafío directo a Osvaldo Cáffaro, el intendente de Zárate.

Berni quiere dar la pelea en la sección para acrecentar su -todavía incipiente- poder político en el norte de la provincia. La estrategia es pelear por Zárate, el distrito que más votos tracciona en la sección, y terminar con el largo reinado de Cáffaro. El ministro de Seguridad de Axel Kicillof quiere próxima intendenta sea, Agustina Propato, su esposa y hoy senadora provincial.

“No creemos en las unidades forzadas, lo más saludable en los procesos electores es poder discutir las diferentes miradas a través de la herramienta electoral de las primarias”, dice un comunicado de la agrupación 20 de Noviembre, espacio que lidera Propato.

No es la primera vez que amenaza con una lista propia en la sección. Se sabe que esa maniobra difícilmente traspase el muro de apoderados que acordó la superestructura del Frente de Todos.

El cierre de listas puede reconfigurar al peronismo en el norte de la provincia. Por eso, Berni amaga con una lista seccional para negociar lugares en el Concejo Deliberante, el epicentro de la disputa en la elección legislativa.

El peronismo en el norte de la provincia tiene algunas particularidades: en la Segunda Sección confluyen algunos actores políticos de peso, pero que carece de armados territoriales consolidados. Dos ejemplos son claros: uno es Francisco ‘Paco’ Durañona, que en 2019 perdió San Antonio de Areco en manos de Cambiemos. El otro es el propio Berni en Zárate, que no tiene un solo concejal.

Mientras tanto, Cáffaro -a pesar de cargar con el desgaste de varios años de gestión y de estar distanciado de la superestructura del peronismo- aparece como el único actor territorial importante. Por caso, en 2019 volvió a ser reelecto con el 60% de los votos.

Pero volviendo a la Segunda Sección, en esta elección se ponen en juego 11 bancas en Diputados y tanto desde el peronismo, como desde Cambiemos, creen que se daría una distribución similar a la de 2017: esto es seis diputados para la oposición y cinco para el Frente de Todos.

Una de las bancas que tiene que renovar el peronismo es la de Oscar Ostoich, ex intendente de Capitán Sarmiento e integrante de una mini liga de intendentes de la sección). También se vence la banca de Patricia Moyano, esposa de Cáffaro. Otra es del ex automovilista Marcos Di Palma que responde a Berni.

En tanto, La Cámpora también pone en juego la banca que ocupa Fernanda Diaz, una referente de la ciudad de Colón a quien la agrupación impulsa como próxima intendenta. Se sabe que el kirchnerismo busca quedarse con el control de ese distrito y en la Segunda aseguran que tienen chances de lograrlo en 2023.

Pero La Cámpora tiene otras referentes importantes en la sección como Marina Moretti y Cecilia Comerio. Ambas fueron senadores provinciales y conocen la dinámica de la Legislatura.

Moretti es la número dos de la Anses, detrás de Raverta. En tanto, Comerio es una especie de interventora en el puerto de San Nicolás. Fuentes del peronismo consideran que son dos cargos demasiado importantes como para llevarlas a Diputados.

Por último, el massismo también cuenta con una banca que ocupa Micaela Moran. En realidad Morán llegó a la Legislatura en 2019 en reemplazo de Lisandro Bonelli que paso a ser jefe de Gabinete de Ginés González García en el ministerio de Salud. Tras la salida de Gines del ministerio en medio del escándalo por las vacunas VIP, Bonelli intento volver a su banca, pero Sergio Massa no lo dejo.

Pero también tracciona otro sector del peronismo que ya había quedado afuera del cierre en 2017. Se trata de los metalúrgicos tienen peso por el desarrollo del joven cordón industrial del norte bonaerense. El nombre que suena es el de Naldo Brunelli, quien lo pide es Abel Furlán, el líder de la UOM con buen vínculo con Kicillof.

Deja un comentario