El secretario de Inspección General, Eduardo Bruzzeta, fue el damnificado de un robo de singulares características, a plena luz del día, en las oficinas que ocupa en Jujuy casi Bolívar, donde hace poco tiempo también se produjo el derrumbe completo de un primer piso sobre un balcón, que luego cayó todo sobre la vereda, aunque este hecho no tendría vinculación con el robo, en principio.
Y decimos en principio, ya que no se descarta ninguna hipótesis en el robo de cuatro CPU, ocurrido días atrás de las oficinas particulares del funcionario municipal, justamente sucedido el día en el que el empleado del estudio contable no concurrió a cumplir con su tarea, y que el robo fue verificado poco después de haberse retirado personal de limpieza del lugar.
También resulta llamativo que no se hayan llevado elementos de mayor valor, y que sólo se hayan apoderado de los CPU con los discos que contendrían valiosa información sobre el desempeño de distintas áreas municipales. El CPU es el componente en una computadora digital que interpreta las instrucciones y procesa los datos contenidos en los programas de computadora, de allí la importancia de los datos cargados.
Cabe recordar que Bruzzeta se mantuvo desplazado del gobierno y volvió a través del Frente Para La Victoria, de la mano de Lalanne y Niella, tras sostener una disputa interna dentro del Concejo Deliberante con el presidente en ese momento, arquitecto Marcelo Artime. Precisamente, ahora, la Dirección de Inspección General (que ocupa Bruzzeta) depende en la actualidad del desdibujado funcionario alineado con Amado Boudou. La interna oficialista brilla con todo su esplendor en un gabinete excesivamente heterogéneo, donde Pulti (que entró de lleno en la interna peronista) pretende hacer convivir a peronistas, radicales, socialistas, radicales K, comunistas, ucedeístas y Acción Marplatense. Ni un congreso de magos podría hacer funcionar semejante aquelarre. Sólo la protección mediática y la pauta dependencia, permiten que todo este descalabro no sea debidamente conocido y procesado para conocimiento de la opinión pública.
Estarían registrados faltantes de distinta índole, en depósitos de mercadería secuestrada, en los diversos procedimientos que llevan adelante a través de su gestión en Inspección General. También Bruzzeta, había resuelto un drástico recorte de horas extras del personal de su dependencia.
Asimismo pudo saberse que altas autoridades municipales, se encuentran sumamente preocupadas por los robos de materiales, insumos y combustibles que se producen en el ámbito de la administración y entes descentralizados, en el ENOSUR (alumbrado público) y en el EMVIAL, cuyo titular y presidente de Acción Marplatense, Santiago Bonifatti, se ha desentendido de sus funciones, afectándose las tareas de control.
A estas situaciones, se agrega la posición del Sindicato de Trabajadores Municipales, que en muchos casos dificulta, obstaculiza, impide y evita traslados e investigaciones, como por ejemplo diversas irregularidades que se observan en el Cementerio Parque, cuyo “status” ha preservado celosamente el intendente Gustavo Pulti, para la asignación de la dirección del manejo del cementerio, donde existirían varios negocios paralelos a manos de expertos en la tarea de manejar instalaciones de esa naturaleza
Inspección General ha secuestrado muebles, electrodomnésticos, ropa de cama, elementos decorativos, cajas registradoras, mesas de pool y billar, infinidad de cajones de bebidas, alimentos, etc. y nadie sabe dónde han ido a parar.
¿Será este robo un ajuste de cuentas entre “familias”?