Así nos estrellamos: la municipalidad sin salida; modelo agotado

Ya no alcanzan los giros en descubiertos, sino que profundizan la brecha del desequilibrio económico, y le agrega un costo financiero que no está en ningún cálculo de recursos. El pan de hoy para algunos, es mañana, el hambre para todos.

Persistir en el error, nos somete a un irreversible estado de bancarrota, en el cual ya estamos hundidos. Y lo que es más grave, es que no existe información oficial, sino más bien ocultamiento, que tiene conexión directa con la herencia recibida. Hay que ir atando cabos, hilvanándolos. Un déficit monumental que crece y una estructura del mismo, que provoca mayores demandas de sectores, que han sido los únicos privilegiados del modelo K. Estos retoman fuerzas, para esmerilar una conducción que nunca encontró el rumbo, y que está condicionada por un planificado y artero campo minado.

Esta nueva mayoría social que reflejan medios capitalinos, que favorecen a María Eugenia Vidal, y en menor medida a Mauricio Macri, no tienen un espejo en Mar del Plata, donde la opacidad ha llegado para quedarse, lamentablemente. Aunque es muy probable,  que tanto el presidente de la Nación y la gobernadora de la Provincia volverían a resultar triunfadores en nuevas elecciones.

Una política de personal que no puede sostenerse, por excesos y abusos. Abultados cargos políticos, desde los cuales la prioridad es ocupar los espacios rentados y no la gestión. Polideportivos que no logran sostenerse ni siquiera para su mantenimiento. El CEMA que fue idealizado políticamente, pero presupuestariamente no es sustentable en una fiesta que ya terminó y aplicó una política de salud que no guardó una relación razonable en el área. El servicio de recolección de residuos, que se cumple con un contrato que no responde al pliego de bases y condiciones, oneroso, con sobreprecio e ineficiente. Una estructura de seguridad de policía local que no tiene prevista financiación genuina, a tal punto que la instalación de cámaras de vigilancia, es inversamente proporcional a los resultados. OSSE que continúa siendo un apéndice del desestabilizador Frente para la Victoria, no sólo de CAMBIEMOS, también del PRO en general y de Agrupación Atlántica en particular. Todos estos datos, es la información que proviene de la realidad, del día a día, y cuyo fondo está a la vista. Nos estrellamos.

La gorra la pasaron todos los integrantes de CAMBIEMOS, todos están cobrando, la traducción política son los dineros públicos, donde los excesos son la norma, no la excepción. Arroyo, desconfiado y con razón, sólo pudo atinar a refugiarse en aquellas personas que le inspiraron confianza. A pesar de ello, ha vivido de defraudación en defraudación, por casos que resultan híper ventilados, otros por inoperancia y también saqueadores compulsivos de este sistema, que se ha degenerado y corrompido.

En declaraciones periodísticas recientes, un vocero del Sindicato de Trabajadores Municipales, admitió que un paro por tiempo indeterminado (como el que habían dispuesto) no hubiera impedido el normal desempeño del departamento de liquidaciones de haberes y de recaudación, ergo, que trabajen para que ellos cobren.

Es muy bizarro expresarlo en esos términos, porque los afiliados al STM son excluyentes privilegiados, no sólo por cobrar los mayores sueldos de los municipales de la Provincia y muy posiblemente del país,  sino también por sus condiciones de trabajo, inexistentes en el sector privado. Con el agravante, de que su ámbito de prestación laboral, es la ciudad que registra la mayor desocupación y el mayor número de trabajadores no registrados.

Esta municipalidad no puede medir en calidad de gestión, porque viene siendo precaria desde hace 15 años. Hay servicios que ya no se prestan, o sólo se cumplen mínimamente. No existe el bacheo, el engranzado, el mantenimiento de alumbrado público, el mantenimiento de la señalización horizontal y vertical, el señalamiento luminoso, la poda de árboles, etc. etc. Es decir se recauda, Y NO ALCANZA, para que cobre un sindicato municipal sedicioso, el extorsionador gremio del Clan Moyano, una descontrolada planta de funcionarios políticos que no gestionan y los acomodados que han negociado y provienen de la gestión anterior.

La baja de la cobrabilidad expresada en todas las tasas y derechos municipales, más el sinceramiento de la economía nacional y provincial, ha dejado al desnudo que la alianza Agrupación Atlántica – PRO, dentro de CAMBIEMOS, en Mar del Plata es proclive a un final traumático, no exento de dolidos y heridos políticos. Algunos antes, otros después, y los que restan próximamente, han comenzado a tomar distancia.

Pero en este panorama, hay algo alentador, con ánimo de ser generoso: la oposición no existe, y en algunos casos peor, están dirimiendo sus internas mientras el barco se hunde. No se les puede pedir que reaccionen porque son incapaces. Esto no es sólo la inseguridad, la desocupación, la recolección de residuos, el puerto o el turismo, esto es un colapso generalizado. Sólo hay que esperar que alguien se apiade de Mar del Plata, ha pasado a ser dependiente, entregado su autonomía y debe acostumbrarse a vivir de lo prestado. Lamentable.

Jorge Elías Gómez

jgomez@mdphoy.com