El crimen de Andrés Bracamonte, jefe de la barra brava de Rosario Central, y su ladero Daniel Atardo aún conmociona a la ciudad. A dos días del asesinato, que fue a sangre fría y en las inmediaciones del Gigante de Arroyito mientras la gente se retiraba tras el encuentro con San Lorenzo, ningún cementerio quiere recibir el cuerpo de Pillín y su entierro se demora.
Según informó TN, después de la autopsia y las pericias preliminares, la familia manifestó su deseo de cremarlo. Sin embargo, la Justicia se opuso al pedido, ante la posibilidad de que en un futuro sea necesario una exhumación como parte de la investigación.
Además, en medio de la conmoción en Rosario, todas las casas velatorias y cocherías en el centro de la ciudad se negaron a participar del velatorio, por cuestiones de seguridad y por temor a represalias.
A su vez, intentaron llevarlo al cementerio de El Salvador, pero el establecimiento también se negó a recibir el cuerpo, que por el momento permanecerá en el Instituto Médico Legal.
En este contexto, TN informó que ahora iniciaron los trámites para trasladarlo a Ibarlucea, a 15 kilometros de Rosario, aunque la definición se demora. Todo, en medio de la conmoción en la ciudad santafesina.
El asesinato a sangre fría de Andrés Pillín Bracamonte, jefe de la barra brava de Central, generó una ola de temor generalizado en todo Rosario. A inicios de esta semana, el gobierno provincial puso en marcha un operativo contención para evitar otro lamentable hecho de este estilo y que no se convierta en el primero de una secuencia violenta.
“Vamos a poner todo lo que esté al alcance desde la provincia, Nación y municipio para evitar que este hecho sea utilizado para instalar un regreso al pasado. Nos costó mucho salir de una dura situación con los dos años anteriores que cerraron con 300 homicidios dolosos, y vamos a cuidar al máximo lo logrado en estos once meses el trabajo conjunto para que puedan seguir viviendo tranquilos”, aseguró Pablo Cococcioni, ministro de Seguridad de Rosario.
Mientras se trabaja en “múltiples hipótesis” de la muerte del capo de Los Guerreros, detalló los pasos a seguir por parte de las autoridades: “Seguir reforzando la prevención en calle y evitar cualquier especulación de un rebrote de violencia que se ha dicho”. Y remarcó: “Este tipo de hechos producen conmoción y son disruptivos donde todo el mundo pregunta qué va a pasar”.