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Aseguran que la malnutrición en Mar del Plata afecta a más del 50% de niños, niñas y adolescentes

Entre los meses de Septiembre y Octubre de 2017 el Instituto ISEPCi junto a la organización Barrios de Pie, realizaron el tercer relevamiento nutricional entre niños, niñas y adolescentes que concurren a cuarenta y tres comedores y merenderos del Movimiento Social, en 31 barrios de las ciudades de Mar del Plata y Batán.
El estudio forma parte del trabajo que también, desde hace algunos años, desarrollan el Instituto de Investigación y la organización social en veinte distritos del Conurbano Bonaerense, La Plata, así como muchas provincias del país. Durante septiembre y octubre se pesaron y midieron 1.192 niños y adolescentes de entre 0 y 19 años, que viven en barrios en situación de vulnerabilidad socio-económica-sanitaria-ambiental, del Partido de General Pueyrredón. A partir de ello se construyeron tres indicadores antropométricos: peso/edad para lactantes de 0 a 2 años; e Índice de Masa Corporal (IMC) y Talla/edad para niños y adolescentes de 0 a 19 años, los cuales permiten detectar la situaciones de malnutrición en la población relevada.
Este tercer relevamiento (se realizan semestralmente) incrementó en más de un 50% el tamaño de la muestra: de 749 relevados en abril y mayo, se ascendió a la cifra de 1192 niños, niñas y adolescentes. Este incremento responde al crecimiento de la asistencia a comedores desde principio de año, como también a la incorporación de nuevos espacios comunitarios a los relevamientos.
Principales hallazgos en relación a los indicadores relevados
– Sobre un total de 1059 niños/as y adolescentes de 2 a 19 años, sin discriminar grupo etario, según el IMC, el 51,2%, 542 n/a, se encuentran en alguna de las variantes de malnutrición, destacando la preeminencia de los indicadores por exceso, sobrepeso 26% y obesidad 23%, que superan significativamente al indicador por déficit alimentario, ya que en bajo peso encontramos un 2% de los/as niños/as. Se observa un crecimiento de la malnutrición en 7,6% respecto del anterior semestre, en que el 43,6% de n/a entre 2 y 19 años se encontraban en esa situación.
– Para un total de 133 lactantes, de 0 a 2 años, el 33,1% (44 n), presenta malnutrición, con indicadores antropométricos que dan cuenta que estos/as niños/as estarían recibiendo una alimentación inadecuada: por déficit 3,8% de bajo peso, mientras que los indicadores por exceso presentan un 12,8% de sobrepeso y 16,5% de obesidad. El semestre anterior la malnutrición en este grupo etario arrojó un resultado similar: 32,86%. También aparecen un 23,3% de niños/as que presentan baja talla para su edad.
– La población ha sido organizada en 4 grupos etarios: lactantes de 0 a 2 años (133n), primera infancia de 2 a 6 años (314n), segunda infancia de 6 a 10 años (343n) y adolescencia de 10 a 19 años (402a).
– En la primera infancia, de 2 a 6 años, de un total de 314 niños/as, presentan malnutrición según el IMC/edad, el 51%, 160n estarían afectados por algunas de las variantes de malnutrición. Aparece un 2,5% bajo peso (8n), 27% de sobrepeso (85n), 21% de obesidad (67n). Solo se ubican en riesgo de bajo peso el 1% (3n). El relevamiento del semestre anterior, arrojaba un 42,1% de malnutrición en este grupo etario. Para el indicador Talla/edad aparece con preocupación un 13,4% de baja talla (42n en Pc -3) y un 14,6% de riesgo de baja talla (46n en Pc 3), lo que estaría dando cuenta que estos/as niños/as hace tiempo que están recibiendo alimentación inadecuada limitando preocupantemente su salud integral.
– En la segunda infancia, de 6 a 10 años, de un total de 343 n, la malnutrición alcanza al 54,5%, 187n presentan algunas de las variantes de malnutrición, 2,6% bajo peso, 28,6% sobrepeso, 23,3% obesidad. El crecimiento de la malnutrición respecto al semestre anterior es muy importante, pasando de 47,1% a 54,5%. Se enciende un alerta ya que se trata de niños/as escolarizados/as, que en su mayoría acuden a comedores escolares. No resulta significativa la presencia de acortamiento en este grupo etario, 2% de baja talla y un 2,6% de riesgo de baja talla.
– En los/as adolescentes de 10 a 19 años, sobre un total de 402a, se registra un 48,5%, 195a se encuentran en alguna de las variantes de malnutrición, por: 0,75% bajo peso, 23,9% sobrepeso, 23,9% obesidad. Solo se ubican en riesgo de bajo peso el 1% de los/as adolescentes (5a). En relación al indicador Talla/edad la baja talla, está presente en un 5% de adolescentes medidos (20 a en Pc -3), mientras que un 2,3% está en riesgo de baja talla (9a en Pc 3).
El director del ISEPCi en Mar del Plata, Rodrigo Blanco, manifestó: “Preocupan mucho los casos de baja talla (23,3% de los lactantes y un 13,4% en primera infancia), ya que dan cuenta de una problemática de malnutrición crónica, por la permanencia prolongada en una situación socio-económica desfavorable. Este dato junto al de prevalencia del sobrepeso y obesidad, resultan coincidentes con las problemáticas de mayor incidencia de salud nutricional en Argentina de acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación”.
El estudio remarca que los resultados “arrojan una preocupación relativa a la alimentación del grupo familiar en cantidad y calidad adecuada, ya que las dificultades para acceder a la canasta básica de alimentos aparecen en la cotidianeidad, como una cruda realidad, y según refieren las madres han visto disminuido significativamente el consumo de lácteos, frutas y carnes, debido al constante aumento de los precios. La dieta familiar está constituida principalmente por hidratos de carbono y grasas, en detrimento de las proteínas necesarias, lo que marca fundamentalmente la alimentación de niños/as ubicados en la lactancia y primera infancia, que comparten la misma alimentación que los adultos.” Del acuerdo al informe presentado, también repercuten en forma negativa los hábitos sedentarios y escasa actividad física de niños/as y adolescentes, que tiene relación en muchos casos con la ausencia de oferta recreativa y deportiva en los barrios de Mar del Plata y Batán, siendo uno de los factores de riesgo de mayor importancia que deben ser modificados con urgencia.
La Dra. Amalia Musso, integrante del Isepci, sostuvo: “Se ratifica una tendencia expresada desde 2001 en adelante, cuando empezaron a descender los índices de bajo peso y a subir los de sobre peso y obesidad, consolidando generaciones de niños y adolescentes pobres entre los cuales prevalece el incremento de la obesidad y el sobrepeso.
Esto es consecuencia directa de una alimentación deficiente, con pocas carnes, frutas, y muchas harinas y grasas, que se ha agravado por los elevados aumentos de los precios de estos productos, que no fueron compensados por el incremento de los ingresos de los sectores viviendo en la pobreza e indigencia. Todo lo desarrollado, pone de manifiesto que actualmente el Estado no sólo no implementa políticas que apunten a transformar esta problemática de salud pública, sino que tiende a reforzarla a través de una asistencia con alimentos baratos y de fácil logística (ricos en hidratos de carbono, grasas y azúcares).”

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