El seleccionado dirigido por Lionel Scaloni derrotó al conjunto que comanda Gustavo Alfaro, en uno de los duelos de la primera jornada de las clasificatorias para la Copa del Mundo. El tanto fue del capitán “albiceleste”, a los 12 minutos del primer tiempo.
La “nueva” Argentina “con” Lionel Messi y no “de” Messi, debutó con una victoria por 1 a 0 sobre Ecuador, en una cancha de Boca Juniors sin público por la pandemia de coronavirus, justamente con un gol de tiro penal del capitán albiceleste, en las eliminatorias mundialistas sudamericanas que desembocarán dentro de poco más de dos años en Qatar 2022.
El maridaje entre buen fútbol y triunfo no se pudo elaborar en una Bombonera más extraña que nunca, con “cero” aliento en las tribunas y estas “vestidas” de celeste y blanco en vez de azul y amarillo.
Todo fue inédito en el “templo” boquense, como rezaba la inscripción de una bandera extendida a la altura de la mitad de la cancha, en ese arranque de partido de unas eliminatorias a puertas cerradas que a los 12 minutos tuvieron al primer gol de Messi en terreno “xeneize” (además y por primera vez estaban autorizados cinco cambios por equipo).
Y así Argentina debutó en estas eliminatorias como había terminado las anteriores rumbo a Rusia 2018, con goles de Messi.
En aquella oportunidad Jorge Sampaoli era el entrenador, Lionel Scaloni uno de sus ayudantes de campo y el partido se jugó en la altura de Quito, donde el seleccionado argentino se impuso por 3 a 1 con los tres goles convertidos por Messi y logró una agónica clasificación al Mundial ruso.
Por eso Scaloni recurrió a un 4-4-1-1 con Lucas Ocampos perforando bien abierto por derecha y Marcos Acuña haciendo lo propio por izquierda. Y por detrás de un Lautaro Martínez condenado al fracaso entre los corpulentos Xavier Arrega y Robert Arboleda, siempre flotó Messi, cerca pero lejos a la vez de ese “falso nueve” al que lo condicionó el holandés Ronald Koeman en su hoy muy convulsionado Barcelona.
La propuesta de Alfaro, sin tiempo de trabajo, fue la de pelear el partido en el medio, apelando al juego físico y a la presión constante en el medio, algo que lo caracterizó a lo largo de toda su carrera y se hizo “más público” durante su último paso por Boca Juniors, a donde retornó para enfrentar a la Argentina.
Y pese a las diferencias de jerarquías individuales, Ecuador se las “rebuscó” para quitarle brillo a la Argentina, generarle dudas respecto de en que estado de madurez está para precisamente independizarse de “papá Messi”, y generar un partido opaco, con pocas llegadas, con la tensión propia de un debut premundialista y manteniendo hasta la incertidumbre del resultado hasta el final.
No hubo chances mayores para Argentina después de ese tanto que llegó antes del primer cuarto de hora inicial por un penal que le cometieron a Ocampos y que dejó dudas que nunca fueron consultadas por el encargado del VAR, el polémico árbitro uruguayo Andrés Cunha, que le dio la derecha a la decisión adoptada dentro del campo de juego por el correcto Roberto Tobar, de Chile.
Ese primer tiempo que también mostró que Leandro Paredes sigue debiendo materias en su función de volante central, especialmente cuando debe recuperar y van con poco “timming” a los pies para hacerse amonestar apenas superados los 20 minutos de esa etapa inicial.
Dentro de ese panorama entonces, lo más sólido del equipo se vio atrás, donde Lucas Martínez Quarta mostró la categoría en franco ascenso que ya lo depositó en la Fiorentina, de Italia, hoy lo convirtió en la figura de la cancha y parece tener su techo mucho más alto todavía.
Pero arrancar el partido con siete de los nueve titulares debutando en eliminatorias, solamente con Messi (hoy llegó a los 71 goles con la selección, 22 en eliminatorias) y Nicolás Otamendi como sobrevivientes de la “vieja guardia” de la “Generación Lío” (los otros dos que ya las habían jugado eran Acuña y Paredes), y fundamentalmente con el “viejo” capitán en su “nuevo” rol, más complementario que hegemónico, hacen valer más esta apretada victoria, y la sostienen para lo que vendrá.
Y eso que vendrá es Bolivia, en la altura de los 3.650 metros de La Paz, el próximo martes 13, y cábalas al margen, que lo conseguido esta noche se revalide en el Hernando Siles, será fundamental para que el largo camino para estar en noviembre de 2022 en Qatar empiece a ser menos árido que la última vez.