La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) expresa su preocupación por el fenómeno de desabastecimiento de harina de trigo en nuestro país a partir de los desmesurados precios de cereal, que subió hasta 500 dólares la tonelada, cuando en el mercado de Chicago se cotiza a la mitad de ese valor y en el mercado a futuro en la Argentina a U$S 190.
Si bien los factores para explicar el fenómeno no obedecen a una sola causa, la situación actual está fuertemente determinada por la retención especulativa del cereal en manos de los grandes productores y exportadores, que en verdad no están cumpliendo con las cantidades que deben destinarse al mercado interno.
Esto es posible por la existencia de una estructura de producción y comercialización altamente concentrada, ya que según datos del sector de industriales panaderos, sólo un 20% de actores concentrados producen el 80% del trigo en el país.
Ante la coyuntura es ponderable el esfuerzo de la Secretaría de Comercio para que se asegure el abastecimiento, al tiempo que de los sectores panaderos y molineros buscan garantizar el precio del pan.
Para buscar soluciones de fondo es preciso avanzar en una clara política del Estado que fortalezca a los pequeños y medianos productores, asegure el abastecimiento a pecios adecuados para el consumo de la población y limite el accionar de los grandes formadores de precios.
Estamos ante un caso testigo de la importancia estratégica de una intervención del Estado eficaz en una actividad económica vital para toda la población.
Toda vez que las prioridades productivas quedan libradas a la ley de la selva del mercado, los perjudicados son los eslabones más débiles de la cadena, que son las Pymes, los trabajadores y las mayorías que ven mermada su capacidad de consumo y afectados sus derechos básicos, como el de la seguridad alimentaria.
APYME repudia las actitudes antidemocráticas y desestabilizadoras de esos sectores que vienen augurando sistemáticamente que “deberemos importar trigo” mientras especulan con el valor del cereal e imponen condiciones abusivas en el mercado.
Este comportamiento confluye con las constantes acciones, vehiculizadas por medios concentrados, corporaciones y sectores de la llamada “oposición” para coartar un papel más activo del Estado en la economía y frenar cualquier aspecto de las políticas públicas que apunte a una real democratización económica, política y social.
La entidad afirma que, por el contrario, es preciso apuntalar con propuestas de todos los sectores productivos un proyecto que garantice mayores avances y reformas estructurales en el camino hacia el desarrollo inclusivo y soberano que garantice el pan, el trabajo y el progreso para todos los argentinos.