El ingeniero Carlos Cheppi, embajador argentino en Venezuela, reapareció en esta ciudad junto a sus compañeros de ruta, la diputada nacional Adela Segarra y Daniel Rodríguez, dispuestos a marcarle la cancha al intendente Gustavo Pulti.
Los integrantes del Frente Para la Victoria, ratificaron su independencia del gobierno local, diferenciándose de manera ostensiva de todo lo que tenga que ver con Pulti, luego de que el secretario de Gobierno arquitecto Marcelo Artime, lo tratara de ñoqui al hombre que es la prolongación de Julio de Vido en el convulsionado país del Caribe.
Sólo hubo definiciones políticas, y sorprendentemente, en su mensaje en la cartelería pública, aparece la leyenda “Hay futuro”, Carlos Cheppi. Ahora el ex candidato a intendente por el Frente Para la Victoria no hace ninguna alusión al presente, y fundamentalmente, al gobierno que integra.
Qué futuro podríamos tener en cuenta, con la inflación existente, con las denuncias de corrupción de las cuales no está exento el ministro de Planificación (del cual él depende), de la reforma judicial que esperan celebrar con Maduro el próximo miércoles, de la policía municipal de Pulti, de un ministro de Economía que se quiere ir, de un paro de transporte de larga distancia, cuya duración alcanza inéditos niveles.
Tal vez no sienta tocado por las denuncias de fraude de Capriles, y por las censuras que sufren los políticos y los periodistas de Venezuela, aunque es sabido cuál es la conducta de Cheppi tras el episodio vivido por Jorge Lanata. Una guerra civil se avizora en ese país, por la marcha de la economía tras el poder de Hugo Chavez. El relato de Cheppi sería desopilante.
Cheppi, según se sostuvo oportunamente, sería quien encabezaría la lista de concejales del Frente Para la Victoria en las próximas elecciones, aunque algunas dudas quedan abiertas, sobre cuál será el futuro del hombre que se ha definido como integrante del Movimiento Nacional y Popular, y qué ocupará el lugar que el proyecto y sus artífices le asignen.
Casi en una pseudo clandestinidad se mueven Cheppi, Segarra y Rodríguez. Tienen muy pocas explicaciones que puedan dar de cara a la gente. Sin embargo pretender subsistir del dinero público. ¿No suena raro que hayan dado una conferencia de prensa en el Asilo Unzué? Tanto como que la CGT y la UCIP, convoquen a una misa a través del obispado. ¿Para qué nos están queriendo preparar, estos socios del poder?, dejando exenta a la Iglesia Católica en este caso prestando sus auxilios desde su tarea misionera.
