La denuncia de médicos del Hospital Especializado Materno Infantil, hizo sonar el despertador, de un armado de piezas que no cierra y cuya inclinación, es de una tendencia irreversible.
Durante cuatro días, se mantuvieron cerradas las salitas de salud en los barrios, y según los profesionales del HIEMI, se colapsó la atención en el hospital, debido a que el personal municipal, no atendió durante cuatro días, en el pico de brote de bronquiolitis.
Cómo se sabe hay un fondo afectado a la atención de la salud, uno de los caballitos de batalla de la administración. Se debe deducir que no hay dinero para el pago de horas extras y feriados nacionales, que disparan el déficit del presupuesto, a pesar que fue votado un recurso que funciona como fondo afectado. Los profesionales de la salud volaban de furia, en el materno infantil y calificaban de irresponsables, a quienes deben atender las salitas sanitarias.
“La ordenanza se vetó porque no hay plata”, dijo un alto funcionario de Economía y Hacienda a miembros de APRAVAT. Se refería al 20 % del producido de infraccionamiento a automovilistas y se iba a aplicar como recurso para reducir la cantidad de siniestros. La ordenanza había sido votada por unanimidad en el Concejo. Es decir no existe ni la mínima iniciativa política de torcer el rumbo, sino en dejar todo como está. Hasta se depende de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, puro marketing, y de muy dudosa efectividad.
“En materia de tránsito hay mucho por hacer”, señaló el doctor Ariel Ciano. Lo bueno sería saber cuándo van a empezar. El secretario de Gobierno cayó en la dependencia de Inspección de Tránsito y encontró que 50 empleados que habían fichado no estaban cumpliendo con sus tareas. Es asombroso, inexplicable e insoportable, que todo se reduzca a un sumario administrativo. Sería muy ingenuo pensar que sucedió sólo en una jornada, o bien que es habitual que diariamente se fiche y no se trabaje, lo cual nos acerca más a la verdad.
También desde hace un año, están en curso 14 sumarios administrativos en OSSE, y los contribuyentes marplatenses pagaron la pérdida de un millón de litros de agua. Los sumarios de Ciano seguirán en el mismo camino, una mezcla de impunidad e inmunidad cae como una red, que todo lo tapa administrativamente. Hay complicidad manifiesta entre las autoridades y los sindicatos.
Se debe recordar que las autoridades económicas, celebran los paros largos en Inspección de Tránsito por el dinero que se ahorran en horas extras, ahora tendrán un nuevo motivo, ya que según, parece que también habrá un ahorro significativo con el jornal ordinario.
Se desconoce también, cuáles han sido los alcances de las licencias de conducir truchas, también los montos de las multas adulteradas y cobradas en los juzgados de Faltas, y representa una gran incógnita conocer cuál es el verdadero estado de la red informática y computarizada de la Municipalidad, donde se procesan los datos en materia de recaudación. La municipalidad continúa cautiva, a manos de una empresa que tiene la llave de la administración. El problema será que alguien se la trague como en las películas.
No es menos complicado, lo que ocurre con los fondos que el gobierno nacional asignó a Mar del Plata para mejorar la seguridad de la población. Según los datos a los que ha accedido mdphoy.com la rendición de las remesas resultó incompleta y pesa sobre la misma el sello de cuenta inhibida. Como cuando una sociedad de fomento, no cumple con la rendición de cuentas, no se habilitan nuevos giros.
Todas las soluciones se han boicoteado permanentemente, y hay callos que no quieren pisarse, porque tampoco hay margen político a ir a fondo en un proceso de transformación, que Pulti se desgañitaba amenazando instrumentar cuando fuera intendente.
La mafia de los cementerios, también forma parte de este relajo generalizado, de quintas y quioscos que no pueden ser desmantelados, que siguen funcionando ante la impotencia de empleados políticos a los que ya se les ha licuado su poder, y con él su oportunidad de servir al contribuyente marplatense.
La faena política no está exenta de turbulencias, el final de la Copa del Mundo de Sudáfrica, nos sorprenderá entre anacrónicos y distraídos. “El Diego”, “Lío” pueden atenuar un clima social que roza el desborde. Los festejos del bicentenario, ha sido una escenificación que ya finalizó. Las caretas habrán de caerse, tras un desgaste que será sometido a las inclemencias de la atmósfera política. Nubarrones negros hay en el horizonte.
Jorge Elías Gómez
jgomez@mdphoy.com