El Chaira perdió en Mar del Plata 2 a 0 frente a Alvarado. Los goles fueron convertidos por Germán Sosa a los 2’PT y Braian Uribe a los 13’ST. En Racing fueron expulsados Luciano Rojas a los 37’PT y Cristian Draghi a los 30’ST. Para no descender, debe ganarle a Gimnasia, el miércoles en Concepción del Uruguay, y luego no dependerá de sí mismo.
Sin fútbol, salvo cuando la pelota pasó por Ramírez (estuvo más impreciso que otras veces), con enormes problemas para recuperar la pelota pese a tener tres volantes defensivos (Teijo-Blanco-Alfonso), sufriendo por la izquierda y también en el centro para aguantar a los tanques Uribe y Sosa, el Chaira fue esfuerzo pero sin ideas.
En una de las tantas trepadas del volante derecho Tello (fue el primer escollo para Mamberti y le sobró para hacer daño en ataque),
Lo tan temido está muy cerca. Después de la derrota de este sábado en Mar del Plata, el descenso está por consumarse. Pero chances de salvación todavía existen (increíblemente, para el entrenador Milanese Commisso ya se había descendido) y a ellas se aferran los pocos que aún sostienen esperanzas.
Lamentablemente, el comienzo del partido fue el peor para el Chaira. En los primeros 5’ fue a buscarla una vez adentro y el travesaño evitó el segundo de Alvarado. Distracciones y una defensa permeable le dieron la opción a Sosa para tocar al gol (¿en off side?) al segundo minuto de juego y luego Tello (la figura, indetenible para
Mamberti-Santellán) llegó libre para definir una jugada pero le dio forzado y el palo se lo negó.
A Racing todo le costó mucho. Porque la idea de Milanese Commisso (ir soltando amarras de a poco) se desmoronó al estar en desventaja y entonces debió modificar sobre la marcha.
Buongiorno lo derribó en el área. Penal que el propio Tello desperdició. Iban 28’ y podría haber sido lapidario.
Ya se veía desde hacía rato lo que Milanese Commisso trató de solucionar desde los 36’: la soledad de Canario para pelear la serie de bochazos que le lanzaban o para tratar de definir lo que pudiera generar Ramírez o, en menor medida, Mamberti.
Entró Luciano Rojas y sus ganas le hicieron cometer un pecado de juventud. No había cumplido un par de minutos en cancha y sus ganas le hicieron cometer un pecado de Juventud al ir abajo contra Giménez. Para el árbitro Nasier fue juego brusco y le sacó la roja.
Un gol abajo y con uno menos, era imaginable que se hiciera cuesta arriba. Y se hizo más pronunciado cuando a los 13’ST le ganaron a Santellán por la izquierda, llegó el centro pasado, Uribe recibió en soledad, se sacó de encima a puro hamaque a Mocoroa y Draghi y marcó el segundo.
El Chaira tuvo alguna chance, también Alvarado pero no había resto para ir a acorralar a un rival al que no le sobra nada. Mucho menos cuando sobre la media hora, la impotencia lo ganó a Draghi y le fue muy duro a Molina. Roja y dos menos.
Hubo derroche de energía, intenciones, pero un par de golpes puntuales (el gol tempranero y la primera expulsión) marcaron el destino para un plantel herido que no encuentra el camino para tener una mínima ilusión de conservar la categoría.
Interior Futbolero