Fue un tiempo para cada uno. Si bien es cierto que Alvarado fue más en la primera mitad, que lo que Ferro lo fue en el complemento, generando no menos de siete ocasiones claras de gol contra tres en total que tuvo el local, el conjunto de Duilio Botella sintió el cansancio de tener un hombre menos, el “verdolaga” acumuló hombres en ataque y, de casualidad, alcanzó el 1 a 1 definitivo. Ezequiel Ceballos con un golazo desde lejos y Emanuel Morete con un disparo que se desvió en un defensor, marcaron los tantos del encuentro. El “torito” sufrió la expulsión de Mazzina a los 35′ de la etapa inicial.
De entrada, Alvarado sacó credenciales y salió a marcar el terreno adueñándose del partido en la mitad de la cancha y cortando los circuitos de juego de Ferro, que no encontraba a su doble enganche. Más allá de lo celoso que estaba Marconi con las tarjetas (amonestó a Madrid a los 9 segundos y a Mazzina a los 10′), la presión dio resultado y le permitió al “torito” lastimar a la defensa local. Primero fue Hermida el que lo tuvo luego de que Blanco se la bajara, pero Pajurek lo trabó justo y la sacó al córner. Después, fue el otro delantero el que avisó de cabeza tras un centro de Compagnucci, pero se perdió cerca.
Era todo del conjunto de Botella que ganaba con Luengo y Mazzina y rompía con Compagnucci, Ceballos y la movilidad de los puntas. El volante derecho, al igual que en el debut, era indetenible y casi abre el marcador con una gran jugada personal tras recibir un pase largo, se acomodó y metió el derechazo que reventó el travesaño de Rago. La concentración defensiva y la potencia de mitad de cancha en ataque,eran las credenciales de Alvarado. De pelota parada, también pudo golpear con una mediavuelta de Madrid que encontró una buena respuesta del arquero marplatense que defiende la valla de Ferro.
Lo que merecía ampliamente, Alvarado lo consiguió a los 25′. Jugada preparada en un lateral, Blanco pivoteó perfecto para Ceballos que desde 30 metros metió un “bombazo” bárbaro, que superó la estirada de Rago y se clavó bien arriba para darle justicia al resultado. Enseguida, Hermida estuvo a punto de ganarle a la salida lejana de Rago y podía estirar la diferencia.
Parecía que la cosa se podía complicar a los 35′, cuando Mazzina no pudo con Morete, lo derribó y vio la segunda amarilla, se fue a las duchas demasiado rápido y había que ver cómo aguantaba la intensidad. Así y todo, casi da el golpe de nock out un minuto después, con otra corrida de Hermida que terminó definiendo mal a las manos del arquero. Ni lerdo ni perezozo, Duilio Botella no esperó y reacomodó el equipo enseguida, mandó a Fernando Ponce por Hermida para darle nuevamente equilibrio al equipo y adelantó a Ceballos como mediapunta,para acompañar a Blanco. Así se fueron al descanso, con Ferro tratando de aprovechar la ventaja numérica, pero la visita muy firme y concentrada.
Para mostrar que no iba a cambiar, Alvarado salió a atacar y ganó un tiro libre cerca del área al minuto nomás, que Ceballos exigió la respuesta de Rago. El ingreso de otro delantero (Joaquín Susvielles) por Camerlinckx, le dio más poder de ataque todavía a Ferro, que se descuidaba atrás, pero por primera vez en la noche pudo llegar hasta las narices de Barucco, que achicó rápido para ganarle con los pies al recién ingresado. El arquero empezaba a tener más trabajo y mostró seguridad, cuando Martinich lo probó desde afuera y enseguida en la mejor jugada colectiva del local en la noche, que terminó Gentile. Le costaba al “torito” afirmarse en el partido, el delantero que se tiró atrás le generó un dolor de cabeza y era el jugador más peligroso en los metros finales.
Llegando al cuarto de hora, tomó aire la visita y volvió a llevar el juego lejos de su arco. Si bien el control seguía siendo de Ferro, no tenía tanta profundidad y le costaba llegar con peligro al arco de Barucco. Entonces, empezó a probar desde lejos, primero sin dirección, hasta que Emanuel Morete, el mejor hombre del local, encontró un lugar y metió el remate que se desvió en un defensor, descolocó al arquero, pegó en el palo y terminó adentro del arco para marcar la igualdad.
Faltaba mucho para el final y Alvarado había hecho un desgaste muy grande. Botella le dio aire fresco arriba con Almerares por Blanco. Y en la primera que tuvo, casi le gana a Francisco Rago que en dos tiempos se quedó con lo que pudo ser la ventaja para Alvarado. El final era emotivo, y aunque no abundaban las situaciones de gol, lo podía ganar cualquiera. Ferro parecía más entero desde lo físico, pero no tenía lucidez en el juego y la única forma era desde afuera, manera de la que hizo lucir a Barucco con un remate de Susvielles.
La última, fue para Alvarado. La empezó Corti, la siguió Almerares y la terminó Compagnucci, que parecía cansado pero volvió a acelerar en el final, llegó al fondo y nadie pudo empujarla para traer los tres puntos a Mar del Plata. Punto valioso para el “torito”, que arrancó ganando, pero que jugó 55 minutos con un hombre menos y sostuvo la ventaja hasta que pudo, se animó en el cierre y hasta casi se lo lleva en el descuento.
Foto: Pampa Deportiva