A lo Alvarado. Por momentos sin jugar bien, pero siempre tomando el protagonismo y yendo en busca del arco rival, el conjunto de Duilio Botella consiguió un triunfo importantísimo en el último instante sobre Tiro Federal de Bahía Blanca por 2 a 1, que lo mete de lleno en la lucha por la clasificación y significó un desahogo para el plantel y la gente que veían escapar dos puntos vitales, otra vez en casa. Alexis Blanco se sacó la “mufa”, marcó los dos goles y fue el “héroe” del “torito” que sumó de a tres por segunda vez consecutiva y espera por Belgrano de Santa Rosa el jueves.
Alvarado sabía que tras el triunfo en Villa Ramallo no le servía otra cosa que ganar en casa, y salió decidido a ratificar la levantada, con mucha presión en la mitad de la cancha y salida por las bandas, principalmente por la izquierda, donde Ezequiel Ceballos, de entrada, se volvió incontenible para Flores. A los 4′, le amagó por un lado, le salió por el otro y metió un preciso centro de zurda para la entrada solitaria de Blanco que buscó el lugar, metió el frentazo y chocó con una soberbia respuesta de Gastón Lezcano para sacar al córner.
“Trapito” era una pesadilla para el lateral derecho, y encima se sumaba Fernando Ponce, por lo que el negocio estaba por el sector izquierdo del ataque. Otro lanzamiento a la carrera del balcarceño, encontró a Emanuel Pennisi que no pudo conectar con fuerza y fue a parar a las manos del “uno”. Sin prisa y con pausa, el “torito” buscaba el momento justo para poder abrir el marcador. Y eso llegó a los 20′, cuando Ceballos volvió a “sacar a pasear” a Flores, enganchó para adentro y sacó un latigazo bajo, Lezcano tapó abajo y Alexis Blanco se sacó la mufa, mostró su olfato goleador y fue en busca de un rebote que parecía que no iba a haber. La punteó por encima del cuerpo del arquero y puso el 1 a 0, para descargarse y cortar con la anemia de gol de los delanteros de Alvarado.
Con la ventaja, el partido fue otro. El local ya no fue tan desesperado hacia delante y manejaron la pelota con tranquilidad, buscando siempre la mejor opción. Los costados seguían siendo la alternativa, aunque en la última parte de esa mitad fue más por derecha con Compagnucci. De la visita, poco y nada. Apenas una pelota suelta que le quedó a Bellegia en la puerta del área y cuando se aprestó a definir chocó con el cruce providencial de Ramiro Jorge que sacó al córner. Más equilibrado, el juego perdió más emoción y el “torito” casi estira la cuenta luego de una presión alta de Damián Luengo que complicó a Martínez, Blanco la recuperó, punteó ante la marca de Laumman y Lezcano achicó rápido con los pies para ahogar el segundo grito. Tranquilo, con todo controlado, pero una diferencia que no podía confiarse, el equipo de Botella se fue al vestuario con la satisfacción de tener el objetivo cumplido.
Al complemento salió otro Tiro Federal y a los 20″ nomás, generó la ocasión más clara del partido con un gran remate de Lucas García que sacó de manera notable Rodrigo Barucco, volando contra su caño derecho. El “torito” no podía agarrar la pelota y la visita se agrandó. Por eso, el arquero tuvo que aparecer de nuevo en toda su dimensión para detener un zurdazo de Schmidt desde la medialuna.
El equipo no reaccionaba y perdió a Ramiro Jorge por una lesión en la espalda. Ceballos quería hacerse de nuevo el dueño de los ataques, pero la pelota pasaba poco por los volantes y llegaba demasiado rápido a los delanteros que estaban en inferioridad con los centrales. Y a los 15′, Schmidt ganó por derecha, llegó al fondo y sacó un centro atrás para García que la paró pero quedó al revés, de espalda al arco, la aguantó, quedaron todos amontonados con la pelota y el “9”, desde el piso, sacó una media vuelta que pasó entre todas las piernas y terminó adentro del arco para sellar el empate.
Baldazo de agua fría para Alvarado y volver a empezar. Jugando contra el tiempo y su propia necesidad, casi lo pasa a ganar enseguida, porque apenas sacó del medio, Ceballos tiró el centro desde la izquierda y Compagnucci, libre, cabeceó después del pique, dentro del área chica, directo al cuerpo del arquero que sacó con el pie. Botella no dudó y mandó a Juan Francisco Pereyra por Santos para darle más fútbol a la mitad de la cancha y el ex Gimnasia de Concepción casi le devuelve la confianza con un derechazo bárbaro que Lezcano cacheteó por encima del travesaño.
Sin claridad, pero con empuje, Alvarado siguió yendo y metió muchas veces la pelota en el área visitante. El arquero se convirtió en figura y Flores pareció sepultar la última esperanza cuando sacó sobre la línea con una chilena milagrosa lo que era el tanto de Compagnucci. Pero el “torito” tuvo una más. Sebastián Corti agarró la lanza y se metió en campo rival, la pelota llegó al área y Pennisi, incómodo, no fue egoísta, vio salir a Lezcano y la cabeceó al medio para que Alexis Blanco, a los 48′, hiciera explotar el Minella.
Festejo enloquecido de los hinchas y de los propios jugadores. Un desahogo necesario, un triunfo que era obligatorio y llegó de esa forma que a Alvarado tanto le gusta y que tanto se asemeja con la historia. Fue una noche mágica en el Mundialista, en la que Blanco se vistió de “héroe” para que el “torito” esté más que nunca en la lucha por la clasificación.
Foto: Florencia Arroyos.