La decisión de Conarpesa de iniciar las tareas en el astillero SPI estaba supeditada al resultado de las elecciones y la continuidad o no del Subsecretario de Pesca en el cargo. Las nuevas embarcaciones reemplazarán a los costeros Calabria y Quequén Salado que operan en Rawson.
“Construiremos dos barcos, pero dependerá de lo que suceda en las elecciones porque si Liberman sigue en el cargo inmediatamente pararemos la construcción de los barcos nuevos y de toda otra inversión proyectada en el país por los próximos cuatro años, ya se lo he dicho a Horacio (Tettamanti), no voy a invertir en la construcción de dos barcos si después no me van a dejar trabajar”, había dicho Fernando Álvarez Castellano.
Luego del triunfo de Javier Milei en las elecciones presidenciales, el CEO del Grupo Conarpesa confirmó el inicio de los trabajos para la construcción de dos barcos que reemplazarán a los costeros Calabria y Quequén Salado, ambos de poco más de 20 metros de eslora.
Los nuevos barcos que se construirán en el astillero SPI tendrán características similares al Espartano y se estima que su botadura se llevará a cabo, en principio, en doce meses. Según las características técnicas del proyecto, la eslora se extenderá probablemente para mejorar la habitabilidad a 20,9 metros y tendrá una manga máxima de 7,4 metros.
Está proyectado que los barcos contarán con una bodega de 140 metros cúbicos y una planta de procesado con una superficie disponible de aproximadamente 70 metros cuadrados y dispondrá de un pozo de pesca con capacidad aproximada para 300 cajones.
Además, se buscará mejorar la habitabilidad para los tripulantes, con el diseño de camarote y lugares de esparcimiento, una diferencia sustancial con las condiciones actuales en barcos que tienen entre 58 y 60 años de antigüedad. Por ejemplo, se mejorará la visibilidad en el puente con la colocación de ventanas en todo el perímetro de su timonera para asegurar una visión de 360º.
La inversión inicial para la construcción de estos barcos está estimada en 3 mil millones de pesos y para tener una idea de cómo serán estas dos unidades que se construirán al mismo tiempo hay que observar el buque Espartano que botó en 2020 la empresa Cabo Vírgenes en el Astillero Federico Contessi con proa invertida, doble cubierta y cinta trasportadora para un mejor tratamiento de la materia prima.
“Yo no quería generar ningún conflicto antes de las elecciones por eso no he dicho nada pero tenía claro que si Liberman seguía en el cargo yo iba a parar la construcción, tiene una causa en Comodoro Py y era esperable que no continuara pero ante esa posibilidad ya le había avisado que perdería el anticipo pero no seguiría adelante con la construcción del barco, porque hubiera sido un problema lograr la sustitución de los barcos porque todos los expedientes me los hace dormir y cuando pido pronto despacho me los sigue cajoneando”, sostuvo Fernando Álvarez.