La metodología se ha extendido por toda la provincia, utilizando la misma matriz de licitación, apareciendo un oferente único, con lo cual no existe una comparativa que permita certificar competencia en la licitación pública. Como es sabido en el caso de una oferta única según la Ley Orgánica de las Municipalidades, se debe formular un segundo llamado, y en caso de repetirse la única oferta, la misma deberá ser convalidada por el Concejo Deliberante, previo a su adjudicación. La decisión política de la instalación de las cámaras de seguridad, se anunció en una conferencia de prensa cuatro días antes de las elecciones del 28 – J, de la que participaron el ex jefe de Gabinete de Ministros Sergio Massa, el ministro de Seguridad Carlos Stornelli, el ex secretario general de la gobernación José Scioli y el intendente Gustavo Pulti, que se cumplió en la sala de conferencias de la Biblioteca Municipal.
Perfil dio a conocer el “modus operandi” de estas contrataciones, señalando cuáles eran los municipios que habían accedido al sistema, quiénes ejercen la propiedad de la empresa, sus vínculos personales, políticos y económicos. Los principales párrafos de la nota mencionada son los siguientes:
“Un empresario que se benefició con estos convenios directos es Mario Montoto, un ex dirigente de Montoneros que se recicló en hombre de negocios. Empezó en el año 2006 en la Ciudad de Buenos Aires con la empresa Codesur y luego siguió en territorio bonaerense con la firma Global View. “Esos acuerdos se hicieron porque los municipios necesitaban las cámaras de manera rápida, y hoy vemos que muchas licitaciones están avanzando a paso lento”, justifica.
Además, varios distritos están realizando licitaciones similares a la modalidad “llave en mano”. Esto significa que no se licitan por separado la cámaras, las redes, los monitores o demás equipos. Todo es incluido dentro de un gran paquete que se adjudica a una sola empresa. Esta forma de contratación suele aplicarse para acortar los tiempos, pero entraña el riesgo de no conseguir los mejores precios o productos para todos los ítems. Entre los distintos municipios que utilizaron este método se encuentran lugares como Zárate y Avellaneda.
Hay otras zonas donde el sistema de cámaras sí se está licitando por partes, como en Morón. “Es cierto que con esta modalidad no avanzamos de manera tan rápida, pero tendremos un total de 158 cámaras, toda la red queda en manos del Estado municipal y nos aseguramos de pagar el costo más conveniente”, asegura Diego Spina, de la Jefatura de Gabinete moronense.
Esta manera de ajudicar el negocio ya empezó a generar controversia y ya dispara críticas de la oposición.
“No caben dudas de que se tendrían que realizar los procedimientos de licitación normales”, dice Maricel Etchecoin, diputada provincial de la Coalición Cívica (CC). “Los contratos directos y los concursos ‘llave en mano’ no alcanzan para garantizar que el Estado elija la oferta más conveniente”, asegura la legisladora. “Debería existir mayor transparencia, porque estos métodos de contratación siempre generan sospechas sobre la relación que podría existir entre funcionarios y empresarios”, agrega.
“No hay excusas para que no se hayan llevado a cabo los procesos regulares de licitación”, se suma el diputado Carlos Raimundi, dirigente bonaerense del partido Solidaridad e Igualdad (SI). “Estos mecanismos son importantes para asegurarse de que se está eligiendo el mejor servicio y el mejor costo”, explica. “Y en el caso de que una emergencia obligue a contratar rápido, se pueden buscar caminos alternativos, como llamar a una licitación con plazos abreviados”, sugiere.
Este diario consultó a municipalidades que no realizaron licitaciones o que hicieron adjudicaciones “llave en mano”. En ambos casos, la explicación fue similar: “La inseguridad es un problema urgente y queremos instalar rápido las cámaras”. PERFIL también se comunicó con el Ministerio de Seguridad bonaerense, para consultar por qué no realizaron una licitación provincial y si acordaban con la manera que los municipios están llevando a cabo las contrataciones. A pesar de insistentes llamados durante dos semanas, los voceros no respondieron ni una sola pregunta” describió en su artículo Leonardo Nicosia, autor del mismo.