Así como a la reunión en la cual representantes de ejecutivos municipales y bonaerenses con idénticas ordenanzas, y el IPAF explicaron cómo han implementado el camino hacia la transición agroecológica. A esas reuniones, para nuestra satisfacción, asistieron representantes del Ejecutivo Municipal local, tanto del área de Salud como de Producción para conocer cómo sus pares de otras comunas van en camino de resolver lo que parecía tan complejo.
Quedó evidenciado cómo es absolutamente factible asumir este criterio sanitario de precaución ante los tóxicos, en comunas agrícolas, acordando con todas las partes su cumplimiento.
Realizado este aporte que entendemos disipa las dudas acerca de la aplicabilidad de la norma, y considerando que ha quedado manifiesto que el enfoque básicamente debe ser sanitario y luego, productivo, BIOS entiende que ya ha ofrecido todo argumento técnico y ejemplo posible, demostrando que es viable tender hacia una producción que no afecte la salud de las personas lindantes. Vemos con satisfacción que en el mismo camino se hallan los consejos y dictámenes de las representantes de la Universidad local, que también asistieron a las reuniones.
Luego de este proceso de varios años, BIOS asume que ha hecho todo lo técnica y profesional a su alcance para sostener la ordenanza sanitaria sobre fumigaciones. La ONG no desearía quedar vinculada a medidas que reduzcan el grado de protección a la salud que la norma impone, pues echaría por tierra el principio precautorio, los derechos constitucionales a un ambiente sano y legitimaría que un grupo de ciudadanos envenene sistemáticamente a otros ciudadanos.
BIOS aspira a que el tema sea resuelto en el marco de la ley y apuntando al bien común.-