Adler: “Yo no soy un fiscal de Gils Carbó”

A través del matutino Clarín, el fiscal marplatense Daniel Adler, ejerció él derecho a réplica luego de la nota publicada por dicho medio gráfico titulada “La evangelización de los jueces”, firmada por el periodista Ricardo Roa. El fiscal federal general, hizo uso del mismo y señalo: “en primer lugar, no soy fiscal de Gils Carbó. En 2006 fui designado Fiscal General de la Nación luego de un concurso de oposición y antecedentes para el cual me inscribí en 2004. Desde 1999 y hasta 2006 me desempeñé como juez en lo Criminal en Mar del Plata, y antes de ello como Defensor de Pobres y Ausentes desde 1992 hasta 1999”.

Acto seguido, agregó que “ingresé a trabajar en la Justicia con la vuelta de la democracia en 1984, habiendo sido empleado y secretario. Ejerzo la docencia en la Universidad Nacional de Mar del Plata desde 1988 y he sido profesor titular y adjunto. Fui distinguido por mi carrera profesional y soy autor de diversas publicaciones. Mi única fidelidad es hacia el cumplimiento de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad, motivo por el cual resulta inexacta la información en cuanto el editor afirma mi pertenencia a una persona (la doctora Gils Carbó)”.

En tal sentido comentó: “en relación a mi actuación en el Jury al fiscal Campagnoli es inexacta su afirmación “quiso cargarse a Campagnoli por investigar a Báez.” El “caso Báez” se encontraba fuera de la órbita de la competencia del fiscal Campagnoli cuando el caso ingresó al Tribunal de Enjuiciamiento, el que procedió a suspenderlo luego del dictamen del Consejo Evaluador y del envío de la Procuradora General de la Nación, como se hizo en otros casos (“Franco”; “Batule”). Las decisiones del Tribunal de Enjuiciamiento fueron ratificadas en primera y segunda instancia por la Justicia Federal en lo Contencioso Administrativo. El Tribunal se vio impedido de tomar una decisión final ante las amenazas y presiones que sus integrantes sufrimos, y que llevó a la enfermedad a una jueza”.

Finalmente aclaró que “la invitación del Papa resulta un alto honor, no sólo se trata de un jefe de Estado, sino de un líder espiritual reconocido en todo el mundo”.

Daniel E. Adler

FISCAL GENERAL FEDERAL

dadler@mpf.gov.ar

N de la R: El fiscal Adler abunda en sus credenciales que no han sido discutidas por mí. No se trata de una cuestión de currículum. Reclama como información inexacta o agraviante (porque a ello se refiere el artículo 14 de la Convención Americana de Derechos Humanos) que se haya afirmado su pertenencia a una persona, en este caso a Gils Carbó. Es una interpretación que corre por su cuenta. El fiscal Adler pertenece a Justicia Legitima y al círculo de fiscales de Gils Carbó y punto. Cuestiona que haya escrito que “quiso cargarse a Campagnoli por investigar a Báez”. Y expone consideraciones jurídicas para una cuestión claramente política. Gils Carbó acusó a Campagnoli de haberse extralimitado en la investigación. Adler defiende el fracasado enjuiciamiento al fiscal Campagnoli por amenazas y presiones que no especifica, como sí lo hace con su carrera en la Justicia. De victimario pasa a víctima. Él tuvo arte y parte. Campagnoli, finalmente, fue repuesto de su cargo por razones obviamente bien diferentes y mucho más entendibles que las esgrimidas por el tribunal. La realidad es que la Cámara Contenciosa validó la suspensión del fiscal sólo mientras duraba el proceso del jury. Aquí está la aclaración del fiscal Adler, como es de uso y costumbre en el periodismo independiente. La opinión es también un derecho que el fiscal pareciera tentado a ignorar. De otro modo nunca se podría opinar que hay jueces o fiscales que van al Vaticano como si fuera una nueva Puerta de Hierro en procura de indulgencias o dispensas papales.

Ricardo Roa

Fuente: Clarín – mdphoy