Quilmes fue una aplanadora en el arranque del partido y allí comenzó a definir rápidamente la historia, llegó a 26 puntos de diferencia antes del descanso largo, basado en una defensa fue muy férrea, principalmente sobre Julián Olmedo, que obligó a que el balón pase por otras manos, obligando a la visita a que sus ataques les faltaran claridad. La defensa correntina hizo agua por todos lados y terminó pagándolo con una gran cantidad de errores no forzados, que elevado el margen negativo para sus pretensiones.
El primer cuarto comenzó con amplio dominio de Quilmes que contundente con los contragolpes, con la efectividad en los tiros de tres puntos (4 de 6) y con un goleo repartido entre varios jugadores donde Phillip Mc Hopson fue el encargado de sellar cada ataque quilmeño.
San Martín estuvo muy errático en la ofensiva, tardó más de dos minutos para convertir sus primeros puntos, además tuvo muchas pérdidas (6 en el cuarto) provocadas por la intensa defensa del equipo de Daniel Maffei.
Los dos tiempos muertos que pidió el técnico visitante, Ariel Rearte, y los cambios no dieron los resultados para los correntinos. El partido siguió siendo claramente favorable al “cervecero” que se fue alejando en el marcador hasta llegar a tener 17 en el final de los primeros diez minutos.
El segundo parcial siguió con un amplio dominio del local que continuó lastimando con susofensivas frente a una defensa muy permisible, pese a que probó variantes y se paró en zona.
Los sistemas ofensivos de los correntinos no funcionaron y los ataques dependieron solamente de arrestos individuales, lo que hizo muy anárquico al equipo que siguió con una baja efectividad y sin segundas opciones para convertir, cada intento fue frustado tácticamente por Quilmes.
Mc Hopson y Mario Sepúlveda (8, con dos triples) comandaron el goleo marplatense en el cuarto, mientras que San Martín solamente mostró a Anthony Glover (7 puntos, todos desde los libres) como vía segura para anotar, muy poco para intentar achicar los 28 puntos que llegó a tener el local.
Con la gran diferencia que superó la barrera de los 30 puntos, Quilmes levanto el pie de acelelador en su rendimiento y permitió una tibia reacción de San Martín que de la mano de Ariel Pau (8) y una notable mejoría en la defensa.
La reacción del “rojinegro” nunca llego a concretarse y Quilmes lo arrolló, para lograr un triunfo importantísimo que lo pone con un pie en la próxima Liga Nacional de Básquetbol.