El gobierno nacional continúa su habitual uso de la propaganda, esta vez durante la transmisión de los partidos del Mundial. Si bien es una práctica frecuente en los entretiempos del torneo local, en este caso desarrollaron un spot en el cual se hace un listado de las supuestas conquistas de la pretendida “década ganada”, y se detienen en la inversión estatal en materia de educación. Pero los números en sí mismos no expresan necesariamente una verdad: tenemos que analizar resultados, y allí la historia empieza a cambiar.
La lucha por alcanzar los 6 puntos del PBI para la inversión en educación fue una causa que yo personalmente abracé cuando presidía la FUA (Federación Universitaria Argentina). Apoyamos esa política, porque era imprescindible dotar al país de recursos elementales para el desarrollo de una educación pública y gratuita de calidad, que permitiera afrontar los desafíos del mundo actual, en contante cambio.
Hoy el Estado nacional invierte el 6,47% del PBI en educación. Hemos logrado el objetivo de la inversión. Pero no alcanzamos ningún otro objetivo propuesto: repasemos algunos otros números, que el gobierno no explica en su spot de TV:
· Sólo el 50% de los estudiantes argentinos termina el secundario.
· Argentina es uno de los países con más baja tasa de graduación de educación media, en comparación con otros países latinoamericanos.
· Se ubica detrás de Perú y de Chile, en donde el 70% de los alumnos completan sus estudios secundarios en el tiempo establecido; de Colombia (con el 64%); de Bolivia, (57%); de Paraguay (50%), y de Ecuador (48%).
Tantola Unesco, a través de Global Educativa Digest, como diferentes universidades locales, como Belgrano y la UCA, aportan números alarmantes en materia de educación. La enorme diferencia de oportunidades para los chicos de diferentes clases sociales hacen que el concepto mismo de la educación pública se vea alterado: los chicos con menos recursos no finalizan el ciclo de educación media y tampoco acceden a la universidad.
Estos son los números que la propaganda oficial no menciona. La inversión del PBI es la más alta de la última década, pero se gasta mal, de manera ineficiente y sin tener en cuenta los indicadores de resultado, que ya nos ubican muy por detrás de los índices adecuados en la materia.
Argentina siempre fue un faro mundial con su sistema de educación pública. Debemos revisar qué se está haciendo con ese legado, cuando la actualidad del sistema está muy lejos de ponernos orgullosos.
Maximiliano Abad
@maxiabad