¿Un País Con Buena Gente?
Hoy un solo tema, aunque el título da para mucho, tratando de evaluar si ese slogan se compadece con cierta realidad que nos conmueve. Y va con bronca, asco si se quiere, para señalar que en la provincia no estamos gobernados con conceptos democráticos. Vivimos una burda especulación comercial del capitalismo salvaje. No vengan a explicar con que lo del gobernador tiene alguna ideología política. Daniel Scioli no nos puede mostrar alguna que lo guíe en su accionar como mala persona. Demasiado bajo en estatura moral para aspirar a ser presidente. Para la provincia, creo, ha sido suficiente.
Én el Instituto de Previsión Social de la provincia de Buenos Aires (se ocupa de las jubilaciones y pensiones provinciales), él ha sido el motor de un accionar perverso, dentro de lo mucho que ha hecho para mal gobernar el principal estado de la Argentina. Y siempre aparece algo nuevo para marcarnos su accionar.
A continuación transcribimos lo recibido, mediante correo electrónico, pidiendo la firma para que se acompañe una solicitud de justicia social. Lo escribe la señora María Victoria Rodríguez, de la ciudad de General Belgrano.
“Hace cinco años que falleció mi marido, y quedé a cargo de mi casa y tres hijas. El tenía un sueño. Que pudieran estudiar y tener un primer empujoncito en su vida. Tuve que salir a trabajar para poder sostenerlas. Trabajo en casas particulares haciendo limpieza. La situación no es fácil porque todo aumenta. Como todos, tengo derecho a la pensión de mi marido que trabajó toda su vida, pero la burocracia de la Provincia de Buenos Aires puede más. Ayudame con tu firma para que el Instituto de Previsión Social otorgue la pensión por fallecimiento que espero hace 5 años. Es increíble, el trámite ingresó hace varios años en el Instituto de Seguridad Social de la Provincia. Me llegó la notificación de otorgamiento de pensión pero nunca me dieron el alta de pago. ¿Cómo puede ser?
No puedo esperar más. Mis hijas son el sol que me ayuda a levantarme todas las mañanas. Salir a trabajar, como vos y millones de otros argentinos es lo único que sé hacer. La pensión que me dejó mi marido es mi derecho y no voy a bajar los brazos nunca. Tu firma vale un montón. Estoy segura que cuanta más gente se sume a mi pedido, pronto podré darle a mis hijas lo poquito que les falta. Mi marido y yo siempre tuvimos el sueño que ellas pudieran estudiar y tener el primer empujón en la vida”.
Aquí termina lo de la señora Rodríguez. Ésta si es la buena gente del aviso de presidencia de la Nación. Pero, hay de la otra, la mala gente. La que actúa como se observa. Un dato más. Ahora, ante ésta movida pública, le ha llegado una comunicación de disculpas del IPS y que el expediente ha pasado a otra instancia ¡Cinco años pasaron! No me caben dudas, se lo he manifestado a ella en mis correos, ésta es la mala gente, con Daniel Osvaldo Scioli (DOS) a la cabeza, que en ésta calificación se anota como el número UNO. Ellos saben que ésta es la realidad del IPS, pues son los autores materiales de este atropello a la gente, a la provincia y a todos los que dependen de este monopolio estatal, bastardeando los derechos humanos, “bandera de un modelo”.
Un dato más. En el gobierno provincial los derechos humanos son “vigilados” por Guido Carlotto, con el título de secretario (otro que pagamos todos), hijo de la señora de los Derechos Humanos. En próxima entrega les contaré una experiencia personal que dibuja en forma adecuada sus movimientos en una cuestión tan delicada. Seguiremos así presentando a la mala gente que se acredita sobradamente para quedar afuera del aviso presidencial, “un país con buena gente”. Es cierto, la hay, pero habrá que apuntar mejor ya que los que no lo son quedan con poder de mando. Algo se hace mal.
MIGUEL TOSCANO