Carnet de conducir para todos y todas: cortos de vista, Alzeheimer y con un solo brazo

Es imposible entender que la cadena de responsabilidades finalice en Juan Carlos Belmonte. ¿Quién controlaba a Belmonte? La participación de los funcionarios políticos del Departamento Ejecutivo además de fallar en los controles, será muy difícil que escapen al incumplimiento de los deberes del funcionario público.

En sus explicaciones, ante los concejales de la Comisión de Seguimiento de la Asociación Ilícita, encabezada por Juan Carlos Belmonte, de poco menos de una hora, el director de Transporte y Tránsito, Guillermo Iglesias sólo relató los hechos en un lapso que va desde el requerimiento de la Fiscalía General hasta el día de los allanamientos en la Unidad Descentralizada El Gaucho.

Su colaboración, en carácter de responsable, se remite a partir del inicio de la investigación. Pero los hechos se suceden desde varios años antes. Por ejemplo cuando se enviaba a quienes efectuaban el trámite de licencias de conducir con las planillas firmadas desde la playa de secuestros de Luro y España a la oficina de Independencia y Roca.

Debido a ello se trabaja en el cruce de datos de todas operaciones, dado que las mismas por su cantidad y valores, representan un colosal fraude al erario público, por una parte, y además, incurrieron en falsedad ideológica volcada a un instrumento público, desconociéndose los alcances.

No obstante las fuentes consultadas, coinciden con las afirmaciones del fiscal Fernández Garello, quien desde un primer momento señaló una cifra varias veces millonarias, además de la gravedad de los delitos, ya que obtenían licencias de conducir personas con insuficiencias visuales, Mal de Alzeheimer y hasta con las falta de extremidades superiores.

Así constan en las escuchas telefónicas y otras prueban que obran en poder de los investigadores, que trascendieron en un material difundido anoche por Canal 10, al cual accedió mdphoy.com , que ratifica en todos los puntos los adelantos brindados por nuestro diario digital, comprendiéndolos en un sistema de corrupción estructural que domina la administración Pulti con el Sindicato de Trabajadores Municipales.

A continuación fragmentos de las escuchas telefónicas, además existen mensajes de texto y tarjetas personales de funcionarios del Departamento Ejecutivo, para facilitar los trámites como lo indicó Juan Carlos Belmonte en el momento de ser detenido, advirtiéndole al intendente Pulti, que él tenía muy bien anotados a todos sus recomendados.

En la desgrabación de los audios, puede comprenderse la magnitud y la impunidad de cómo se manejaban los miembros de esta banda.

Jorge Rubilar (empleado municipal) en comunicación con un puntero externo. Estos realizaban su trabajo en inmediaciones al Distrito Descentralizado El Gaucho. Allí otorgaban en mano las licencias apócrifas con los sellos correspondientes y con la firma del médico.

Puntero – ¡Jorge! ¿Mañana laburás? Porque tengo que hacer dos movidas, tengo un loco que cierra el negocio a las 12 en punto. Le digo que te vaya a ver porque quiere hacer el “profesional”. No te olvides ¿5 dedos no? (Se refería a 500 pesos que era el costo del carnet profesional). Vos hace toda la movida que yo después paso y te llevo todo.

Rubilar – Dale pasá.

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El mismo Jorge Rubilar le reclama a otro de los agentes externos (El Turco) que le faltan 200 pesos ya que le tiene que abonar a los médicos.

Rubilar – ¡Hola Turco! ¿Te faltaron 200 pesos?

Puntero – ¿De qué?

Rubilar – Si te dan la vista y todo eran 600. Yo tengo que pagarle al médico.

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En esta oportunidad otro agente externo Daniel Mustafa, habla con un cliente vía telefónica y arregla la compra del registro para la mujer en 550 pesos. No solo le cobra la licencia sino que además le suma el turno para ser atendido.

Ya que los ciudadanos normales no consiguen su turno de un día para el otro y en algunos casos hay que esperar meses.

Cliente – ¿Le podes hacer el registro a mi señora?

Mustafa – Sí. ¿Cuándo querés hacerlo, mañana?

Cliente – Sí. ¿Qué necesitan ustedes?

Mustafa – El documento. Nos podemos encontrar el Juan B Justo y Los Andes.

Cliente – ¿Cuánta plata tengo que llevar?

Mustafa – 330 pesos sale el registro, pero después te cobran todo más el turno, son… 550 pesos, pero no haces nada.

Daniel Celano, otro operador que trabajaba fuera de Distrito Descentralizado El Gaucho se comunica con un efectivo policial que le pasó el contacto a una compañera.

Policía – ¿Cuánto sale el registro?

Celano – ¿Para quién es?

Policía – Para una chica del Banco Nación donde hago el adicional.

Celano – 650 pesos pá.

Policía – Le paso el número para que se comunique con vos.

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En otra de las escuchas Guillermo Castellanos, un puntero que le pide a un cliente la suma de 3 mil pesos, porque la persona en cuestión se encontraba inhabilitada para manejar y de esa manera necesitaba pagarle a tres facultativos que se reunirían en una junta médica.

Castellanos – Puede haber un principio de acuerdo pero hay que hacer una junta médica.

Cliente – ¿Cuánto?

Castellanos – Más o menos 3 lucas (3 mil pesos). Porque está inhabilitado y hay que hacer una junta con tres médicos.

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Una vez más Guillermo Castellanos en escena. En esta oportunidad habla con Arturo, un jubilado reincidente en el tema de las licencias truchas. Esta vez el agente externo le pide por el registro 1500 pesos.

Jubilado Cliente – ¡Hola! ¿Guillermo? Te habla Arturo, ¿te acordás cuando hicimos el registro el año pasado?

Castellanos – Sí.

Jubilado Cliente – Ahora se me vence.

Castellanos -¿Qué día?

Jubilado Cliente -El 28 creo.

Castellanos – Y venga a verlo en estos días en el mismo lugar de siempre.

Jubilado Cliente – Haceme precio porque el año pasado… mirá que soy jubilado y después necesito que se lo hagas a mi señora también. ¿Cuánto me vas a cobrar?

Castellanos – ¿Cuánto le cobre el año pasado, se acuerda?

Jubilado Cliente -1500.

Castellanos – Y bue… le hago 1000.

Jubilado Cliente – Está bien.

Guillermo Castellanos siguió siendo uno de los actores primarios de las escuchas reproducidas por Canal 10. Otro de los hechos insólitos muestran como una mujer que no sabe manejar, por tan solo 600 pesos se puede llevar su licencia de conducir.

Cliente (mujer) – ¿Usted hace los registros?

Castellanos – Si, no hay problema.

Cliente (mujer) – ¿Y cómo podemos hacer? Yo quiero sacar un registro.

Castellanos – Depende… ahora, mañana, ¿cuándo querés hacerlo?

Cliente (mujer) – Usted me dice y nos encontramos…

Castellanos – ¿Mañana a las 8 podés?

Cliente (mujer) – Bueno, ¿dónde tengo que ir?

Castellanos – Juan B Justo y Reforma Universitaria, donde está El Maute.

Cliente (mujer) – ¿Qué estás cobrando y que tengo que llevar?

Castellanos – El documento, y te sale 600 pesos.

Cliente (mujer) – ¿Usted hace todos los trámites no? Porque yo no se manejar y quiero para autos

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Se agregan actores y en este caso uno conocido, ya que se trataría ni más ni menos que de Luis Belmonte, el hijo del único detenido por la causa de Licencias Truchas.

Su padre Juan Carlos está acusado de liderar la asociación ilícita. En esta escucha se observa el grado de impunidad con la que se manejaban tanto los protagonistas externos como desde el interior del lugar. Belmonte le pasa un precio por un registro a un cliente con Mal de Parkinson.

Puntero – Tengo un cliente que tiene un poquito de Mal de Parkinson.

Belmonte (hijo) – Lo van a mandar a hacer una prueba de algo.

Puntero – ¿Se puede arreglar eso?

Belmonte (hijo) – ¡Pagándole al médico!

Puntero – ¿Cuál es el precio del médico?

Belmonte (hijo) – el médico te va a pasar 1000 mangos

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El puntero Daniel Celano vuelve a las escuchas. En esta oportunidad dialoga con un interesado de apellido Quintero. Que está inhabilitado para conducir desde el año 2006 ya que le falta un brazo.

Quintero – Soy Quintero el hombre que le falta el brazo.

Celano – ¿Qué haces papucho?

Quintero – Ya me quedan poquitos días ¿Cómo anda el asunto sabes algo?

Celano – Llamame mañana tipo 12.30 así arreglo para pasado y finalizamos todo.

Quintero – ¿No habrá algún error? Estoy inhabilitado desde el 2006 sin embargo el año pasado no hubo problema.

Celano – Por eso quédate tranquilo que lo vamos a levantar de vuelta, despreocúpate.

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La décima escucha involucra al doctor Alberto Zelaschi, el encargado de firmar los exámenes psicofísicos. Aquí dialoga con Daniel, otro de los punteros que se encargaban de la logística externa.

Daniel – ¿me escuchás?

Zelaschi – ¿Qué haces Dani?

Daniel -12.30 viene la gente a buscar los papeles.

Zelaschi -Termino a las tres recién.

Daniel – Atendenos a nosotros primero que somos amigos.

Zelaschi – Nono. Primero a los que me pagaban.

Daniel – Perdóname yo no te debo nada, no seas malo.

Zelaschi -Bueno, te voy a esperar papucho.

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