“Quiero seguir aprendiendo”

Muy tranquilo. Así se lo notó al joven cordobés durante la entrevista con mdphoy.com donde analizó su pasado, presente y futuro en el deporte. “Me falta recorrer el básquet, tengo que seguir aprendiendo”, contó el juvenil que empezó a jugar en el Club Municipal de Córdoba. Además, habló de su técnico Sergio Hernández y al respecto dijo: “Todavía no caigo que “Oveja” nos esté entrenando”.

El jugador de 18 años se mostró satisfecho por los momentos que tuvo en cancha durante la pasada temporada y sostuvo: “Tengo que tratar de hacer las cosas bien aprovechando los minutos que me den”.

-¿Cómo se dio tu convocatoria al Campus de la NBA?

Hace un mes y medio me mandaron un mail de la Confederación donde me decía que estaba citado para el Campus. Hace poco hablamos por teléfono para que mande todos los papeles. Estoy muy contento por la situación.

-¿Cómo te tomó la citación? ¿Te sorprendió?

-Sí, la verdad que me sorprendió porque no me lo esperaba. Esto me va a servir como experiencia. Quiero seguir aprendiendo a lado de otros jugadores.

-Es una linda posibilidad para seguir mejorando como deportista. ¿Qué pensás que te hizo convocar?

-La convocatoria significa que estoy haciendo las cosas bien hasta ahora. Quiero ir y demostrar lo que aprendí en Peñarol, ir y aprender cosas nuevas de los grandes jugadores que van a estar ahí.

-En total son 50 basquetbolistas de los cuales 9 son argentinos. ¿Esto demuestra que está surgiendo una nueva camada?

-Hay muchos chicos de nuestra edad que son muy buenos jugadores y todavía no se están mostrando. A la larga van a ver buenos basquetbolistas que suplantarán a la camada de “oro”.

-Otro jugador de la ciudad fue convocado: Patricio Garino. Esto impulsa al deporte marplatense.

-Sí, Mar del Plata se hace nombrar bien porque tiene buenos jugadores. Lo está demostrando Pato (Garino) y Leo Cañete con la Selección. Le hace muy bien a la ciudad.

Peñarol

-¿Cómo fue tu llegada al club en el 2007?

-Tenía 16 años recién cumplidos. Era muy duro dejar la familia, dejar mis amigos y venir a Mar del Plata a empezar una nueva vida. Al principio fue duro, los primeros meses. La gente de Peñarol me adaptó rápido, me trató muy bien. Estoy agradecido de la gente que hay en el club.

-¿Habías tomado conciencia del fanatismo en la ciudad?

-Tenía una idea pero no sabía que era tan grande, tan fanática la gente. Está bueno porque te motiva a seguir jugando, a querer demostrarle al público que podés estar jugando a un buen nivel.

-¿Qué diferencias encontraste entre el básquet marplatense y el cordobés?

-En Córdoba no se hacía mucho hincapié en la defensa. Acá, Osvaldo Echevarría (técnico de los juveniles) es un “enfermo” de la defensa y ese fue el único cambio hablando de básquet. La esencia va a ser siempre la misma.

–¿Qué mejoraste o adaptaste desde que estás en Peñarol?

-Mejore mentalmente porque el base tiene que estar pendiente de todo. El base es el “entrenador” dentro de la cancha. Además, la defensa porque en los juveniles no se defendía mucho. Pero me queda mejorar mucho.

-¿Cómo te definís como jugador?

-Un base que puede correr la cancha, que por momentos es inteligente y por otros no y que puede defender. Pero me falta recorrer el básquet, así que a seguir aprendiendo.

-¿Cuánto te influyó en tu carrera Sergio Hernández?

-Bastante, como todos los entrenadores que tuve. De entrenar a Manu Ginóbili y que nos cuente esas experiencias, nos ayuda mucho para ir mejorando. Todavía no caigo que “Oveja” nos esté entrenando. Es un gran técnico y quiero seguir aprendiendo de él.

-¿Qué te significa que Sergio te elogie?

Que el entrenador de la Selección Argentina se fije en mí me pone muy contento, me siento halagado. No lo puedo creer.

-Con 17 años debutaste en la Liga Nacional y después jugaste finales. ¿Cómo fue el momento del debut? ¿Y en la final contra Atenas?

-No me esperaba jugar la final. Esperaba estar en el banco y desde ahí disfrutar el partido. Se me dio la oportunidad de tener minutos en cancha, traté de aprovecharlo al máximo, de hacer las cosas bien. Sergio me hablaba, me decía que entre tranquilo. Que si se perdía un partido no pasaba nada. Los mismos jugadores me alentaban.

–Además, en la serie de cuartos con Boca te tocó jugar los últimos minutos. Toda una “jugada” de Sergio.

-Fue todo rápido. En los últimos minutos del partido me dijo que entrara y entré con las piernas temblando. Después, en el campo de juego, al pasar la primera pelota los nervios se me fueron. Gracias a dios me salieron bien las cosas junto a Seba (Vega) y Ale (Reinick) que tuvieron un buen partido y se puedo ganar por suerte.

-¿Cómo es compartir el vestuario con Sebastián “Tato” Rodríguez que es un emblema para la institución?

-Entre los bases nos ayudamos. Tener a “Tato” como compañero es otra experiencia a sumar. Ver lo que hace dentro y fuera de la cancha. Todo para mejorar como persona y jugador.

-¿Tu referente en tu posición es “Tato”?

-Sí, trato de copiar sus cosas. Su estilo de juego.

-Se fue Román González pero llegó Leonardo Gutiérrez. ¿Qué se perdió y ganó a la vez?

-Se fue un líder y vino otro. Román es un pívot determinante y Leo también lo es como ala-pívot. Es un excelente jugador que fue fundamental para Atenas en la final. Hay que aprender de lo que es como jugador.

-¿Cuáles son tus aspiraciones de cara a la próxima temporada?

-Seguir teniendo minutos. Seguir aprendiendo. Tratar de hacer las cosas bien aprovechando los minutos que me den.

-¿Cómo ves a Quilmes para la Liga que comenzará?

-Se está armando bien para pelear el campeonato y el clásico, aunque este es un partido aparte. Con buenos o malos jugadores es una final.

-¿Cómo viviste el clásico?

-Es algo muy lindo. Yo veía a las dos hinchadas y se me ponía la piel de “gallina” como cantaban los hinchas de Peñarol. Mucha gente junta, algo que nunca había vivido. Es una experiencia bárbara porque ahí se ven los verdaderos jugadores.

Por Maximiliano Ibáñez