¡Se equivocó! Sí, en Mar del Plata se analizan cambios en el Código Penal, pero no hay un error en el título.
Buscando significados de código. En derecho, “es el conjunto unitario, ordenado y sistematizado de normas (Código Penal, Civil, etc.)”. Dentro de ésta definición encontramos asimismo que “un código de conducta, se refiere a normas o reglamentos de comportamiento humano o de instituciones”.
Con esto, decimos que muchas veces se menciona que las leyes están, pero no se aplican, se trampean, se observan con cristales deformados. En consecuencia, no funcionamos con el mismo código, con igual sintonía.
Por eso es que dentro de la reforma buscada, se debe encontrar asimismo el cambio en la conducta, en el código mental de quien debe leer con ojo científico lo que la sociedad necesita para ordenarla como tal.
Es ayudar a poner en igualdad de situación a la Justicia con los demás poderes del Estado, el Ejecutivo, el Legislativo. No es un trabajo más para un abogado, es EL JUICIO. Y en razón de que decimos esto. Otra vez los significados. Dentro de los mismos encontramos para juicio, “sensatez en la manera de actuar” y también “cordura”.
Entonces, no es poca cosa estar en la Justicia. Es un privilegio y una gran responsabilidad. Es disponerse a forjar un futuro cierto para hijos, nietos y todo lo que vendrá.
No es escuchar a un funcionario para ver cómo se pueden arreglar las cosas, sus cosas.
En una Argentina que tiene canciones que se vienen cantando y mantienen intactos sus razonamientos (Discepolín, Eladia Blazquez), la corrupción que acorrala la razón de la convivencia desde casi siempre, más o menos, incorporada a las estructuras, amerita tres sentencias de funcionarios por incumplimiento de sus deberes, que hoy la sociedad no las ve. Ejemplificadoras, marcando la cancha, dando las señales de una presencia firme y concreta del accionar de la Justicia para con los poderosos.
Menos complicidad con gobernantes. Más afinidad y sintonía con la gente y sus necesidades.
Cada uno verá con que parte de lo dicho se queda. Qué visualiza y si la mayoría se suma a la primera parte, o es así o hay una mala comunicación de lo que se hace.
Si se visualiza que estamos más faltos de libertad los que hemos hecho méritos para merecerla y más sueltos los que deberían estar adentro, es algo que hay que leer. No se puede quedar esto sólo en el pensamiento de los responsables de que es una falsa visión.
Hay que debatir con los sentidos bien abiertos y explicar, primero con palabras y luego con hechos.
No me conforma el discurso del intendente interino Ariel Ciano, en la apertura de las deliberaciones exponiendo su felicidad ya que los derechos humanos están presentes por la señora Hebe de Bonafini, quien estaba en el lugar. Con el debido respeto, no abarcan todos los derechos humanos. Sintetizan una época negra, pero los derechos humanos deben ser contemplados siempre, no sólo en un momento de la historia. En democracia también hay derechos humanos avasallados, jubilados que fueron aportantes (400 a 500.000 juicios larguísimos), que ameritan que su jubilación sea un derecho humano contemplado en tiempo y forma. No nos engañemos. No todo es igual, no todo es justicia social. Cooperativas truchas, trabajo en negro, asignación por hijo que no es universal, ricos cada vez más poderosos y amparados por los gobernantes, indígenas, auténticos dueños de esta tierra, abandonados, pero eso sí, tenemos Fútbol para todos que en algún momento se llamó Juana Azurduy ¿y dónde estaría ella si pudiera hacerse presente? ¿En el fútbol, en un monumento, o al lado de quienes pelearon con ella, hija de madre india? Se pueden agregar muchas cosas, cada uno lo puede hacer y este es un ejercicio que podemos realizar.
Finalmente digo: Esto no pretende ser una lección, sí un ruego. Por favor, reformar el CÓDIGO MENTAL.
MIGUEL TOSCANO