Pulti de espaldas (se le observa la nuca) y de frente Pablo Fernández, mientras las sonrisas de Scioli, Massa y Barrionuevo se roban el primer plano. Un gesto impropio de un intendente cuando se inaugura un casino que traerá mano de obra y turistas, su mejor justificativo. Pero no, abandonó la gestión, para dedicarse a la interna peronista. Así le va a Mar del Plata.
Fue evidente que el intendente Gustavo Pulti no quiso salir en la foto entre los tres. Precisamente Pulti hizo de la foto una militancia en su carrera política, cuando pugnaba por la intendencia. A tal punto que tuvo en épocas de vacas flacas, contratado al querido y siempre recordado Raúl “Mandrake” Couto, a quien abandonó ni bien tuvo reportero gráfico gratis municipal.
¡¡¡“La plata que puse yo para que Gustavo fuera intendente”!!!, nos dijo el verano anterior Luis Barrionuevo, “pero ahora está a la derecha de los Kirchner”, agregó sarcásticamente el “number one” de los gastronómicos.
Ya hubo un episodio previo entre Scioli y Pulti, (también contacto con Massa, quien lo sigue tentando). Lo vivido el último jueves (ver link aparte) indica que la relación entre el gobernador y el intendente no pasa por su mejor momento. Pero anoche y en un acto impropio del intendente de una ciudad, que incorpora a sus atracciones al mejor casino de la ciudad, Pulti se puso de espaldas a la cámara del reportero gráfico, sí salió en el marco, su culata el presidente del EMTUR Pablo Fernández Abdala. Fue evidente que no quiso que en la Casa Rosada apareciera una foto suya entre Scioli, Massa y Barrionuevo, enemigos íntimos de la flor y nata de Balcarce 50.
Esa foto con Pulti, iba ser utilizada políticamente, en este viejo lenguaje de que una “foto vale por mil palabras”. El intendente pretende escindirse de la interna peronista y no dar motivos a la furia de los K, por razones de caja y no de pertenencia. Su gestión está en la cuerda floja, ahogado económicamente, flojo de papeles y dependiente políticamente en el Concejo Deliberante.
Pero dar vuelta la cara en un acto de semejante trascendencia para Mar del Plata, seguramente le ahorre un disgusto con el kirchnerismo, pero también Scioli, Massa y Barrionuevo, saben que no pueden contar con él, por el momento. En esta época de incursión crítica que se está formando como oposición del kirchnerismo. Aunque todos ellos saben, que Pulti cuando abra el libro de pases es capaz de ponerse la camiseta del equipo Resto del Mundo, si de lealtades se habla. No en vano viene de perder 75.000 votos en la última elección.
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