Amado Boudou está pasando un mes de enero de bajo perfil. Lejos del estilo grandilocuente que tomó cuando asumió la presidencia formal, durante la intervención quirúrgica de Cristina Fernández por un hematoma en el cráneo, el vicepresidente casi no ha sido visto en este 2014.
Cuando asumió la Presidencia tropezó con discursos fuera de lugar, donde se notó la falta de información sobre la situación de salud de la mandataria. Allí, se vio el frío que recibía desde el entorno presidencial, con el trato gélido de Carlos Zannini.
Y ante la aparición en escena de Jorge Capitanich, Boudou no se ha mostrado activo. Se lo vio, el pasado 2 de enero en Puerto Madryn, ciudad donde ya practicó su nuevo hobby: el buceo.
Pero las fotos que se filtraron el año pasado, buceando junto a su novia Agustina Kämpfer, no circularon esta vez. Boudou sabe que su situación judicial no es la mejor y ahora, se suma el nulo trato con la Presidenta.
En el entorno presidencial ya comenzaron los movimientos ante un posible procesamiento del vice en la causa Ciccone, pues los últimos testimonios lo han comprometido respecto de su vínculo con Alejandro Vandenbroele.
Por eso, la sucesión presidencial quiere ser ordenada por Cristina. En el Senado, tanto oficialistas como opositores dan como seguro el reemplazo de la tucumana Beatriz Rojkés de Alperovich por el ex gobernador santiagueño, el radical K, Gerardo Zamora.
Cristina confía en Zamora ya es una opción. Otra es la de poner en la presidencia provisional del Senado a Miguel Ángel Pichetto, pero la aceitada relación del rionegrino con Daniel Osvaldo Scioli no cae bien en el entorno de Cristina.
Por eso, Boudou descansó brevemente en Chubut, donde llegó a estar interesado en invertir en la zona de Puerto Madryn, según informó el diario ‘Clarín’.
Pero ahora su estrella se ha opacado y las sonrisas devinieron en preocupación en el hombre que supo cautivar a la Presidente, cuando eligió a su segundo para la elección de 2011.
Fuente: Urgente24