Desde los geriátricos ubicados en conurbano bonaerense devuelven a los ancianos a sus familiares, porque no los pueden atender ante la falta de luz, el gobernador Daniel Scioli envuelve con vacío glamour la inauguración un museo en Mar del Plata. No es la cuestión de la gasa o la tiza, en el hospital o el colegio, en el sentido de la prioridad del gasto, sino también la cuestión de la oportunidad.
Dilma Roussef dejó una cumbre de mandatarios en Santiago de Chile, para ir a la zona de un desastre natural en su país, hace unos meses. El último viernes suspendió sus vacaciones en paradisíaca isla brasileña, para dirigirse a Minas Gerais a la zona de inundaciones.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con María Eugenia Vidal a la cabeza, desde hace una semana salió en auxilio y ayuda de los habitantes porteños, hoy lo hizo Sergio Berni con las fuerzas federales y militares. Ya Scioli, como antecedente, se había borrado tras las inundaciones en La Plata.
En Lanús, Avellaneda, Glew, Berisso, Ensenada etc. etc. vecinos cortan avenidas, calles cierran puentes clave, la gobernación aparece ausente, en una actitud absolutamente repudiable, en una conducta alejada totalmente a la urgencia de la gente. Scioli ha mostrado una vez más su costado frívolo, marquetinero y esta vez no fue a extraer a un pibe que se cayó a un pozo o a rescatar a un joven secuestrado con la policía, su foto era acá en el museo frente al mar, mientras millones de habitantes bonaerenses padecen una situación catastrófica.
Scioli, el viernes además estuvo ocupado hablando de un esfuerzo conjunto cuando le dieron pedal de tres meses desde la Nación para financiar una deuda provincial, y después seguir de cerca la normalización del P.J. en la Provincia de Buenos Aires, esos eran sus temas de gestión y agenda del viernes del hombre que pretende llegar a la presidencia de la Nación “ocupándose de los problemas de la gente”.
¿Qué diferencia hay entre el secretario de Energía de la Nación, Cameron (jugando al golf) y Scioli inaugurando un museo con Moria Casan, Carmen Barbieri y Minujín? Nadie lo podrá explicar ni los alcahuetes lugareños y a sueldo como el diputado “Manino” Iriart y el senador Juan Curuchet, el ciclista que se define como competidor en su carrera política y persigue objetivos, ¿el próximo? ser intendente de Mar del Plata, tiembla Cheppi.